Toñi Muñoz, apicultora: “Nuestro gran problema es la varroa y por ahora no tiene solución”

De entre todas las ocupaciones que se pueden desempeñar en el medio rural de nuestra provincia, una de las más peculiares es la de apicultor. La producción de miel y polen es muy apreciada en el mercado, tanto local como incluso internacional. Una de las profesionales de este sector es Toñi Muñoz de la Iglesia, apicultora de Valero, que comparte con SALAMANCA AL DÍA su experiencia diaria al cuidado de su colmenas.

"El gran problema que tenemos desde hace tiempo es la varroa, una plaga de ácaros que mata las abejas y está reduciendo en gran medida las colmenas, que al tener poca población se vuelven menos productivas y eso repercute totalmente en la cantidad de producto que se obtiene. El descenso ha sido enorme estos últimos años, pasando a producciones anuales de entre 30 y 45 kilos anuales. Esto provoca que el beneficio por cada explotación haya caído mucho, con lo que realmente es difícil prosperar en el sector".

La producción de miel es muy estacional, por lo que llegado el invierno la actividad se reduce notablemente ya que las abejas no aguantan las bajas temperaturas. Según Toñi, la invernada es peligrosa, puesto que debido al menor número de abejas en cada colmena, su supervivencia es menor: "A ver cuantas pueden sobrevivir, ya que las abejas dependen del grupo para aguantar el frío. Al ser cada vez menos, sobreviven en menor número. Al final esto lo que va reduciendo también es el número de apicultores de la provincia, porque sin medios para obtener producto, es complicado obtener beneficio".

Ser apicultor no es fácil, según señala Muñoz: "Dedicarse a la miel no es nada sencillo, es una ocupación muy técnica, hay que saber manejar las colmenas, el equipo necesario y disponer de lugares adecuados para instalarlas. Si a todo esto le sumamos los problemas que han surgido en el sector y que los beneficios están reduciéndose mucho, pues es lógico que no se anime mucha gente a ser apicultor en estos días".