25-N: lo que las mujeres y los hombres podemos, nos conviene y debemos compartir

Un problema ancestral que no parece tener solución, ni en el mundo ni en España.

En España tenemos una ley específica aprobada por todo el Parlamento (hoy tal vez no sería posible), hemos hecho reformas penales sucesivas agravando las penas, concedido recursos específicos para educación educación (formación y contratación de profesionales), intervenciones en Centros educativos, campañas en los medios, cientos de manifestaciones, etc., etc. Nada parece ser suficiente. No es fácil, pero no debemos estar seguros de que todo lo estamos haciendo bien.

Por mi parte, en el campo de la violencia sexual, me atrevo a hacer una propuestas en positivo, que titularía: "Lo que las mujeres y los hombres podemos, nos conviene y debemos compartir".

Tiene dos partes:

A.-La primera, creo que además de las críticas al llamado "machismo estructural", tan justificadas, y las críticas al machismo de los hombres en general (estas deberían cuidarse, para no generar hostilidad entre los sexos y no ser injustos con no pocos hombres), es necesario hablar también del "hombre bueno, empático, igualitario y comprometido con la causa de la igualdad". También existe, y deberíamos intentarlo todos. Con una idea clave: hombres y mujeres salimos ganando con la causa de la igualdad.

Las leyes penales son necesarias, pero no son el eje de la solución.

B.- La segunda, referida a la violencia sexual, es evidente que los hombres violentos, se pierden lo mejor; y hacen un daño inaceptable a la mujer y a los hijos; no debieran ser esposos, ni padres. Su violencia solo genera destrucción propia y ajena.

La familia es la institución más importante para aprender las buenas relaciones en la pareja y a cuidar y ser cuidado. Tener un experiencia familiar adecuada y experimentar la empatía, el respeto y la ayuda es la base para evitar el maltrato y la violencia entre adultos. Nada se conseguirá sin la familia o contra la familia. Evitar la violencia y el maltrato de la mujer y los hijos e hijas es afrontar el núcleo del problema y la solución, a largo plazo. Toda violencia con la pareja que tiene hijos, es también una violencia familiar.

La escuela es un complemento esencial, para trabajar principios y valores universales, así como para aprender a evitar y resolver conflictos.

Independientemente de las respetables éticas privadas (culturales, religiosas, familiares y personales, siempre que estén dentro de los Derechos Humanos), es posible formular principios de valor universal sobre las relaciones sexuales y amorosas, entre los que hemos propuesto, a discusión, los siguientes:

1.- Ética del consentimiento frente a toda forma de presión o violencia.

2.- Ética del placer y bienestar compartido, frente a egoísmo instrumentalización de la pareja.

3.- Ética de la igualdad entre los sexos.

4.-Ética e la salud.

5.- Ética de la lealtad.

6.- Ética de los cuidados a la pareja y a las crías.

7.-Ética en el ejercicio del derecho a la vinculación y la desvinculación.

8.- Ética de las diversidades sexuales y amorosas.

Podemos y debemos decidir juntos, comunicarnos, gozar juntos, empatizar, cuidarnos y amarnos generosamente. Es lo más inteligente emocional y racionalmente que podemos y debemos hacer, entre los hombres y las mujeres.