Cómo quitar la pintura de la madera con el método del hidroarenado

Toda herramienta que pueda ayudarnos a ahorrar tiempo y a agilizar tareas de bricolaje es más que bienvenida. Retirar las capas de pintura de una superficie de madera, por ejemplo, ha dejado de ser un engorro gracias al hidroarenado. Método consistente en la propulsión de un chorro de arena aprovechando el agua a presión de una hidrolimpiadora.

Ahorrando tiempo

A menudo, muchas de las tareas domésticas de bricolaje pueden suponernos cierta dificultad, especialmente cuando nos encontramos ante una cuyo proceso desconocemos. Nadie dijo nunca que el bricolaje fuera fácil, pero si bien es cierto que tampoco está sujeto a una gran dificultad, nunca está de más aprender algún que otro truco para ahorrar el tiempo. Una de las tareas de bricolaje que más quebraderos de cabeza conlleva es el de quitar pintura, especialmente cuando se trata de un mueble o de una puerta de madera. Y aunque siempre exista la opción de limar toda la capa superficial de pintura, existen métodos menos laboriosos.

La hidrolimpiadora

Desde el básico y tradicional lijado, pasando por los decapantes, hoy en día es posible quitar la pintura de una superficie de madera incluso con arena. Esto es posible gracias a una técnica llamada hidroarenado, mediante el cual un chorro de arena húmedo, propulsado por una hidrolimpiadora, sustrae la pintura sin dañar la madera. Respecto a la hidrolimpiadora, Limpiaplanet.com recomienda que, al menos, tenga 130 bares de presión, 1800 W de potencia y 410 litros/hora de caudal de agua. Son las prestaciones mínimas requeridas para obtener buenos resultados ya que si fueran menores, se necesitaría mucho más tiempo y recursos (agua y arena) y el acabado no sería tan bueno.

Por cierto, para aplicar la técnica del hidroarenado no solo se necesita de una hidrolimpiadora con las características recomendadas por Limpiaplanet, sino que también se necesita una lanza especial que se acopla a la pistola de la limpiadora y que es la que permite hacerlo.

Lo positivo de una hidrolimpiadora con las características mencionadas es que, además de utilizarla para el hidroarenado, se puede utilizar para las tareas de limpieza exterior más comunes como el lavado de herramientas, muebles de jardín, bicicletas, motos, coches o suelos. Esto si hablamos de las limpiadoras a presión domésticas, porque hay hidrolimpiadoras profesionales que nos permiten realizar tareas de limpieza mucho más exigentes como limpiar fachadas, vehículos agrícolas o de construcción, embarcaciones, establos, etc. Hablamos de actividades que requieren de máquinas para trabajar durante bastante horas de forma continua.

No obstante, la popularidad de las hidrolimpiadoras ha hecho que surga un nuevo tipo, las que funcionan con batería, ideales para tareas muy sencillas de limpieza, principalmente cuando estamos fuera de casa. Por ejemplo, para limpiar la bicicleta después de una ruta por la montaña o para lavar al perro después de un paseo por el campo.

Trascendiendo el decapante

Existen distintas razones por las que decidirse a quitar la pintura de una superficie de madera. Si bien una de ellas puede ser un cambio de color, por lo que será preciso eliminarlo a fin de evitar extrañas mezclas cromáticas, la renovación de la capa de barniz o cuando la pintura anterior está en mal estado son también una buena ocasión para hacerlo. Con el tiempo, la capa de pintura inicial puede deteriorarse y desconcharse, creando un feo efecto y que, a fin de corregir su color, necesitará de un buen hidroarenado para aplicar la nueva capa de pintura.

Si bien los decapantes químicos pueden hacer esta tarea, al igual que las pistolas de aire caliente, el hidroarenado propone una solución muchísimo más completa. De hecho, no sirve tan solo para retirar una capa de pintura que ya no deseamos, sino que también es útil para eliminar la suciedad muy incrustada, así como para retirar capas de óxido.

Chorro de arena húmedo vs chorro de arena en seco

A efectos prácticos, el método del hidroarenado hace uso del agua a presión que propulsan las hidrolimpiadoras para proyectar un chorro de arena húmedo que, gracias a su efecto abrasivo, consigue eliminar incluso grafitis. Mientras que la arena reblandece el material, el agua retira sus residuos a la par que limpia la superficie dejándola impoluta.

Aparte del hidrorenado, existe el chorro de arena en seco. Para ello, se utiliza una máquina que proyecta un potente chorro de arena seco. Tiene casi las mismas aplicaciones que el chorro de arena húmedo, sin embargo puede ser peligroso para la salud sin las medidas de protección adecuadas, debido a la presencia de partículas en suspensión. Además, consume más arena. En cambio, el hidroarenado húmedo es mucho más seguro y no representa ningún riesgo.

Dado que los avances en el sector de la limpieza se producen siempre con gran fuerza, ¿por qué entretenerse retirando a mano lo que no queremos? Tanto la hidrolimpiadora en sí, como su versión para el hidroarenado, es una apuesta por una limpieza cómoda y ahorrativa ya que necesita de menos recursos que otros métodos más convencionales.