José Antonio Navarro realiza una reflexión a partir de la reunión del grupo denominado 'Experiencia Pro Miróbriga' con el alcalde Marcos Iglesias
Veo no sin cierto asombro que se han reunido cinco personas de cierto calado social, por lo que representaron en su momento, preocupados por el avance de la despoblación que viene sucediendo en Ciudad Rodrigo y su comarca. De este problema llevamos hablando y hace más de 30 años y de ahí, de las palabras, no ha pasado. Seguir hablando, señores, no nos lleva a ningún sitio.
El primer obstáculo que tenemos es la población misma: somos pocos y nuestros votos ya ni cuentan. El segundo, la cuota de la Seguridad Social y demás impuestos son iguales a los de cualquier capital, pero los servicios no, la salud y la educación tampoco y el acceso al ocio como son cines, teatros y centros comerciales, no es ni remotamente similar para un ciudadano de comarca que para uno de capital, de ahí que nuestros hijos e hijas se vayan buscando ese bienestar que las ciudades parecen ofrecerles.
Cuando el hospital cualificado más cercano está al lado de la universidad más cercana y ambos se encuentran a 145 km del pueblo donde se reside, el coste de cosas imprescindibles para la vida como son la sanidad y la educación se multiplica para las personas residentes en comarcas que, sin embargo, ven cómo sus impuestos sí son iguales que los del resto de ciudadanos. Si estos señores, después de hablar, quisieran aportar soluciones podrían, por ejemplo, proponer ayudas para la educación, descuentos fiscales y cualquier otra ventaja que compense las grandes desventajas que sufren los y las ciudadanas de nuestros municipios. Sólo así habría un futuro acogedor tanto para los que quieran quedarse como para los que quieran volver.
Así que, por favor, actúen, pero no como cuando pudieron pero no lo hicieron, sin que esto cuestione por completo su gestión, que en otros aspectos fuera acertada. Al irse a vivir ustedes mismos a una ciudad, grande o mediana, quizá hayan perdido perspectiva. Les invitamos a volver y si sus palabras se van convertir en futuro tangible para nosotros, estaremos con ustedes.