Las guarderías privadas de Salamanca demandan un protocolo sanitario para abrir con todas las...

Aunque desde la fase 2 -en la que todavía se encuentran cuatro provincias de la región, entre ellas Salamanca- los centros infantiles privados ya pueden reabrir sus puertas, para el sector la desescalada se ha presentado mucho más complicada. Quieren reabrir, pero quieren hacerlo con todas las garantías, y a día de hoy, "no tenemos nada, ni protocolo sanitario ni ayudas" para garantizar la viabilidad de un sector clave para muchos padres que deben reincorporarse al trabajo presencial, tal y como explica Blanca Cózar, representante en Salamanca de la Agrupación de Escuelas y Centros Infantiles Privados (AECIP). Y es que la posibilidad de abrir en la fase 2 para los menores de 6 años cuyos padres tengan que trabajar fuera de casa, no ha llegado acompañada de un protocolo específico para la atención a niños de 0-3.

"Tenemos la labor educativa, emocional con los niños, conciliadora con las familias y de reactivación económica", sin embargo, las escuelas y centros infantiles privados consideran "inviables" algunas de las recomendaciones desde el Gobierno regional, como por ejemplo, "poner bandas en el suelo cada 2 metros, no podemos tener a un niño de 0-3 las horas que esté en la escuela ahí quieto, sin moverse; los niños necesitan contacto, apego".

Algunos centros han abierto "por decisión propia y han hecho su propio protocolo", pero "la inmensa mayoría estamos cerrados porque las familias tienen miedo, ante el mínimo síntoma de fiebre hay que poner al centro en cuarentena, aunque luego sea por un diente o por una gripe normal", explica la representante en Salamanca de AECIP, agrupación que nació el pasado mes de mayo para abordar la difícil situación del sector a consecuencia de la crisis del coronavirus, y que ya cuenta con 200 asociados en todas las provincias de Castilla y León, 35 de Salamanca.

Las escuelas y centros infantiles privados han trasladado sus demandas en las reuniones mantenidas "con diferentes ayuntamientos" y a través de los "escritos remitidos a las consejerías de Educación, Sanidad, Familia y Presidencia", estando a la espera de respuesta. A nivel regional también han remitido un escrito al Procurador del Común solicitando su mediación con la Administración para establecer las condiciones de su vuelta a la actividad con las máximas garantías posibles para trabajadores y niños.

Sin protocolos claros adaptados a sus características, los empresarios de este sector, en su mayoría autónomos, no pueden abrir, con el impacto económico que esto supone. Entre otras medidas, solicitan "la ampliación de los ERTES para nuestros trabajadores, los gastos fijos de alquiler y suministros los hemos tenido que afrontar desde marzo que cerramos, y sin ingresos ninguno, porque las cuotas a las familias lógicamente no se les pueden cobrar".