Se encargaban de limpiar y lustrar el calzado, un oficio marginal que en la década de los 30 tuvo su mayor auge en Salamanca
Esta profesión tradicionalmente la ejercía el género masculino, y en algunas ocasiones también niños. Los limpiabotas eran las personas que se encargaban de limpiar y lustrar el calzado, un oficio marginal que en la década de los 30 tuvo su mayor auge en Salamanca, viéndose también alguno en los años 80 y que poco a poco fueron desapareciendo. Aquí abundaban en los Portales de San Antonio y en la Plaza Mayor.
ad esta profesión es muy común en muchos países, y mal vista en diversas latitudes del mundo, pero que constituye el medio de manutención de muchas familias.