Créditos blandos y ayudas públicas frente a los despidos en las academias de español de...

El sector de la enseñanza de idiomas, uno de los grandes pilares de la economía salmantina, atraviesa un duro momento como consecuencia de la crisis del coronavirus. Tan es así que el presidente de la Asociación de Escuelas de Idiomas de Castilla y León, Miguel Angel Benito, ha confirmado a SALAMANCARTVALDÍA que se están produciendo multitud de despidos como consecuencia de las cancelaciones de los cursos que debían realizar en la ciudad los estudiantes extranjeros.

Marzo es un mes perdido al producirse 124 cancelaciones en la region. De ellas, casi el 98 % corresponden a Salamanca, la provincia más afectada por una situación que ha evitado el viaje de cerca de 4.000 jóvenes y ha dejado unas pérdidas económicas difíciles de cuantificar pues a las matrículas que pagan en cada centro se une el importante gasto que realizan en la ciudad.

Estudios recientes determinan que el gasto medio semanal de los alumnos de español es de 365,36 euros, siendo su principal partida la de alojamiento (136,69 euros, lo que supone un 37,4% del gasto total). Por su parte, los cursos de español realizados tienen un precio medio de 1.615 euros, aunque su importe varía según la nacionalidad de los alumnos de español. Los procedentes de China y Japón, con un precio medio de 3.521 euros, junto a los de EEUU (2.689 euros) son quienes indican precios más altos, mientras que los alumnos europeos cuentan con el menor precio medio, en torno a 902 euros.

En los 20 centros de enseñanza del español con los que cuenta Salamanca, a los que se suma Cursos Internacionales de la USAL, muy perjudicados también por el problema, la contratación se divide entre trabajadores temporales, "que han sido los primeros en sufrir las consecuencias", trabajadores fijos discontinuos, que también están siendo víctimas de despidos masivos, y plantilla fija, el profesorado, que empieza a ver tambalearse su puesto de trabajo. Y es ahí donde se buscan soluciones. Entre ellas, la concesión de créditos blandos a las academias, para que puedan sortear el problema y mantener el negocio "pues se supone que esta situación sera coyuntural", confía Benito.

De otra parte, se estudia la aportación de ayudas públicas para poder combatir las indemnizaciones por los obligados despidos debido a la ausencia de trabajo. Esas vacaciones forzosas están costandole a Salamanca múchísimo dinero.