Bar-Restaurante Pepe: esencias de una historia con tres generaciones de sabor y empeño con nueva...

Es uno de los referentes del 'Buen Yantar'. De esos lugares en los que parece detenerse el tiempo ante el plato, la cuidada mesa y el buen mantel, disfrutando sin prisa de la cocina de toda la vida, de los guisos y creaciones con el sabor más eminentemente castellano pero con sello distintivo.

Está bien podría ser la carta presentación de Bar-Restaurante Pepe, un histórico establecimiento peñarandino que avanza con los tiempos, renovándose en imagen en un nuevo local, situado a escasos 50 metros de su ubicación tradicional, y que desde ahora espera a sus muchos clientes de la comarca y la provincia en la calle Ricardo Soriano 7-9 de Peñaranda.

Son tres las generaciones que han ofrecido calidad y sabor a partes iguales desde el interior de la barra de un establecimiento que ya es conocido por propios y extraños, destacando por su cuidada barra de pinchos y su dedicación hacia el cliente, ofreciendo siempre tapas y comida alejada del precocinado y lo artificial, apostando por el sabor y las esencias de unas

raíces bien definidas. Así ha pasado el negocio de Pepe a su hijo, Iván Zurdo 'Galli' para la inmensa mayoría, apostando por la continuidad en una línea de éxito que les ha llevado a una nueva sede, que hoy sigue contando con cientos de 'parroquianos' tanto en la mesa como en la barra.

Y es que en estos días de especial actividad con motivo de las fiestas navideñas, Bar-Restaurante Pepe, sigue ofreciendo su cuidado y amplio Menú del día desde 10 euros, al que se une el especial de fin de semana y la confección de menús adaptados a todos los gustos y bolsillos, ofreciendo desde el inicio la garantía del buen hacer en sus platos, a los que se unen las raciones, combinados para llevar de cualquier clase, y una amplia variedad en pinchos y montados, creando así una oferta con identidad propia que pretenderá seguir marcando el ADN histórico de una casa de comidas que, lejos de perder ganas, comienza una nueva etapa con la vista puesta en el futuro y la formula que desde hace décadas les ha hecho imprescindibles en la hostelería y la restauración peñarandina.