Don Fadrique apuesta por la excelencia gastronómica

Alba de Tormes, finales de los años ochenta, dos hermanos, Nicolás Sánchez Monje y Manuel Sánchez Monje, con 15 y 14 años respectivamente deciden poner en marcha 'El Cuadricula', un establecimiento hostelero que se convertiría durante años en una referencia y en un icono de la movida nocturna en la villa ducal.

Hijos de Ángela Monje, más conocida como Geli en Alba de Tormes, y de Nicolas Sánchez, natural de Buenamadre, los hermanos Monje vivían por entonces en el Azud de Villagonzalo, lugar de trabajo de su padre, empleado de Iberdrola. Manu y Nico, como popularmente se les conoce, estudiaban a diario y ayudaban los fines de semana en el bar.

En sus comienzos, el Cuadricula abría diariamente por la mañana y cerraba cuando "se acababan las existencias", tal y como explica Nico. Era un establecimiento de café, de tapas, de vermouth, cañas y de copas por la noche. A la vez que el Cuadricula crecía, se asentaba y se convertía en un punto de referencia, los hermanos Monje cursaban sus estudios de Ingeniería de Topografía (Nicolás) y de Educación Física (Manuel).

Cuatro años de construcción

Doce años después, en 1999, nacía Don Fadrique, cuyas obras de construcción se prolongaron durante cuatro años. El hotel restaurante se asentaría en un terreno que su padre compró años antes, un lugar extraordinario para disfrutar de una panorámica única de la villa ducal.

Mientras las obras avanzaban, Nicolás comenzaba sus estudios en la Escuela de Hostelería de la Fonda de la Vera Cruz en la capital charra y también en Madrid, donde consiguió el Titulo Oficial de Sumilleres en la Octava Promoción del Instituto de Formación Empresarial. Por su parte, Manuel Sánchez trabajaba y aprendía en cocinas de afamados restaurantes como el restaurante Mugaritz junto a Andoni Luis Aduriz y el Noor Restaurant junto a Paco Morales.

El restaurante dio sus primeros pasos con una sala destinada a 160 comensales y sin bodega. En la actualidad cuenta con una excelente bodega en la misma sala, que con prácticamente el mismo espacio se destina a 50 comensales con un único objetivo: mejora su bienestar y comodidad.

Para las primeras bodas, Don Fadrique instalaba una carpa en sus exteriores, mientras que en la actualidad cuenta con un salón con una capacidad para 550 personas. En 2015, el restaurante inauguraba su nueva terraza de invierno con una magnifica cena a base de tapas elaboradas, servicio de coctelería y un concierto acústico.

Gastronómicamente activos

Don Fadrique nació con una idea consolidada: ser muy activo desde el punto de vista gastronómico. El enclave y las vistas, que desde allí se divisan, invitaban a Manuel y Nico a buscar un restaurante con altas miras, desde donde mirar y llegar muy lejos en hostelería y gastronomía.

El chef salmantino Victor Gutiérrez, que hace unos días conseguía su segunda estrella Michelín, fue el primer jefe de cocina del restaurante albense. "Era uno de mis compañeros en la Escuela de Hostelería, un tío al que le gusta hacer las cosas muy bien. En los comienzos nosotros nos ocupábamos más de la gestión y de la dirección de la sala", afirma Nicolás.

Tras el paso por el restaurante de varios jefes de cocina, Nicolás y Manuel lo tenían claro: para dominar este negocio tenían que controlar la cocina. De este modo comenzaron a poner en la cocina todos sus conocimientos, a estudiar y a investigar hasta que dos o tres años después comenzaron a vislumbrar el tipo de restaurante que querían. Los hermanos Monje perseguirían desde entonces una cocina de sensaciones, de producto cercano y tratado con mimo necesario para llegar a un equilibrio en los platos que sorprendiese a los comensales.

Nicolás trasladó sus conocimientos de sumiller a la alta cocina: centró su cocina en el paladar de los comensales, en las sensaciones gustativas, la textura y el sabor.

Dos partes bien diferenciadas

Por una parte, Don Fadrique es un restaurante altamente preparado para acoger eventos como bodas, bautizos y comuniones. En esta dirección, Manuel y Nicolas buscan la satisfacción del cliente con un cocktail de altas miras, entrantes divertidos, pescados y carne asada. Una cocina más atrevida y vertical.

En segundo lugar, Don Fadrique busca la excelencia gastronómica a través de una cocina pensada y de productos cercanos. De hecho gestionan tres huertos propios que ayudan a transmitir un punto ecológico muy alto y también trabajan sus propios productos del cerdo ibérico a través de su marca 'Cerdos y Rosas'.

Reconocimientos

Actualmente Don Fadrique es uno de los restaurantes mejor recomendados en la Guía Michelín y cuenta con un Sol en la prestigiosa Guía Repsol, el primero que se concedió en Salamanca y provincia.