Enlaza la plaza de Santa Teresa con la calle de Zamora, mantiene el nombre de un convento fundado en el siglo XV y la transformó una entidad bancaria
Fundado en 1438 por el obispo Sancho López de Castilla por iniciativa de doña Inés Suárez de Solís, que fue su primera abadesa. Está consagrado a Santa Isabel de Hungría, patrona de las religiosas de la Tercera Orden de San Francisco y da nombre a esta calle que enlaza la plaza de Santa Teresa con la calle de Zamora.
El convento se construyó sobre casas o solares que habían pertenecido a la orden de los Templarios y estaban situadas junto al arroyo de aguas pluviales que dio el trazado a la actual calle de Crespo Rascón y que acababa convertido en el Arroyo de los Milagros en su encuentro con el Tormes.
En 1970 la parte del convento que daba la calle de Zamora fue derribada, sobreviviendo solo la iglesia, en cuya fachada exterior se ubican los escudos de los linajes de los Solís, de los Rodríguez y de los Varillas.
La acera sur, estuvo ocupada por las traseras y corrales de los palacios del vizconde de Garcigrande y del conde de Villagonzalo, adquirido en los años 60 del siglo XX por la Caja de Ahorros de Salamanca para su sede central, concluyendo en los años 70 con la remodelación de la Plaza de Santa Teresa.
Fotografías: Salamanca en el ayer.
Calle de las Isabeles cuando ya había sido construido el nuevo edificio sede de la Caja de Ahorros de Salamanca e inaugurado en 1969.
Convento y calle de las Isabeles.