Aunque ya no se usan, en su día tuvieron una gran importancia como lugares de reunión, aprovechando las tareas para limpiar la ropa de la familia
Uno de los lugares que formaban parte de la vida social de los pueblos, era sin duda las pozas de lavar, espacios que hoy vemos tan abandonados, pero que en su día tuvieron una gran importancia. Cada día, se juntaban, por lo menos, dos o tres mujeres y otras tantas niñas a lavar la ropa hiciera frío o calor.
El jabón se hacía en casa, con sosa y el tocino o la manteca que sobraba o se enranciaba. No se consideraba un gran trabajo sino más bien, un lugar de reunión, y en cierta medida, motivo de alegría. Era muy frecuente ver verdes praderas, alfombradas todas de sábanas blancas al sol, mientras los chavales correteaban alrededor.
Otro de los lugares para lavar fueron los lavaderos públicos, construcciones realizadas al aire libre, y no había pueblo de más de cincuenta vecinos que no luchase por la construcción de un lavadero, el único método conocido hasta la fecha para aliviar el dolor de las espaldas de las mujeres que se pasaban horas arrodilladas, frotando la ropa de la familia.
Fotografías
Fuente: Pueblos de España.