Hubo un minuto de silencio por los dos moteros fallecidos recientemente en la comarca y un homenaje al MotoClub Mirobrigense por su 25º Aniversario
Las actividades del Día del Motero promovido por Afecir con la colaboración de los clubes y grupos moteros de Ciudad Rodrigo (MotoClub Mirobrigense, Los Clandestinos, Arrastrarrodillas, Los Niños, Los Espantavacas, y Miróbriga Pitmotard; junto al Club Vespa de Salamanca) continuaron en la noche del sábado con la emblemática ruta nocturna con bengalas que forma parte de todas las reuniones moteras en Miróbriga, aunque realmente esta vez no hubo bengalas.
El punto de arranque de la ruta fue el Centro Receptor de Visitantes, en la Avenida de Sefarad (curiosamente, justo en el momento de la salida se apagó la iluminación artística de la Catedral y Cerralbo, lo que 'estropeó' el fondo). Allí se dieron cita alrededor de 90 motos, que realizaron un trayecto por la calle Santa Clara, Tres Columnas, Avenida de Salamanca, El Cruce, Avenida de Portugal, Clemente Velasco, Puente Mayor, Avenida de la Concha, calle Iberia, Avenida Conde de Foxá, Glorieta del Árbol Gordo, Avenida de España, Avenida de Yurramendi, Cardenal Pacheco y Sánchez Arjona para alcanzar la Plaza Mayor.
En el ágora mirobrigense, la caravana motera (encabezada por la Policía Local y un vehículo de la organización) se detuvo para llevar a cabo un doble homenaje. En primer lugar, hubo un minuto de silencio en memoria de los dos moteros fallecidos en el último mes y medio en la comarca mirobrigense: el 2 de septiembre en la A-62 a la altura de La Fuente de San Esteban, y el pasado 9 de octubre en la CL-526, dentro del término municipal de Peñaparda. Para desarrollar este minuto de silencio, se pidió a los participantes que apagasen sus motos.
El minuto de silencio se cerró con una ronda de aplausos, momento en el cual algunos moteros empezaron a encender otra vez sus monturas, pese a que quedaba el segundo homenaje: un reconocimiento al MotoClub Mirobrigense por sus 25 años de andadura. Este homenaje consistió en la entrega de una placa en los soportales de la Casa Consistorial por parte del delegado de Deportes del Ayuntamiento, Víctor Gómez.
Sin respiro, enseguida se empezaron a mover las motos para abandonar el centro histórico por la Rúa del Sol. A partir de ahí ya se desató la 'anarquía' entre los moteros, que en principio iban a ir todos a aparcar a la Plazuela de Herrasti, pero finalmente cada uno se encaminó a un lugar. Hay que apuntar que, tras un día de bastante lluvia, la noche se quedó bastante tranquila en el plano meteorológico en Ciudad Rodrigo, con lo cual hubo unos cuantos mirobrigenses que salieron a la calle a ver el paso de los moteros.