La histórica riada de San Policarpio de 1626 hizo subir alarmantemente el nivel de las aguas, dejando a su paso 142 fallecidos
A lo largo de su historia el río Tormes provocó grandes inundaciones en épocas de lluvia y algunas, devastadoras y severas sequías en época estival, convirtiendo su cauce en un barrizal incapaz de garantizar el suministro a una ciudad que siempre tuvo que recurrir al agua de las fuentes subterráneas. Por su naturaleza, ha resultado siempre ser un río de mucho caudal, en los momentos de mayor crecidas, provocaba grandes destrozos, en especial en los terrenos más cercanos como el barrio de Santiago o el Arrabal del Puente.
ivel de las aguas del Tormes, dejando a su paso 142 fallecidos. Esta riada supuso para Salamanca la pérdida de numerosos conventos e iglesias que ya nunca se recuperaron, más de 400 casas, casi todas ellas extramuros, medio Puente Romano desaparecido y un valor importante de pérdidas.