Los mayordomos, Elisa García y José Ignacio García Paulos, acompañaron a la patrona en los actos ante más de 2.000 personas que entonaron el cántico de la Salve y presenciaron el tradicional baile del cordón
Más de 2.000 personas acompañaron en esta noche grande de las fiestas de Villavieja de Yeltes a la patrona de la que es la capital de la Charrería. Guiada por las velas de los cofrades, la Virgen de los Caballeros llegó a la plaza villaviejense en medio del gesto emocionado de sus más fervientes seguidores y bajo la tutela de las varas de sus mayordomos, que hasta mañana miércoles y durante el último año lo han sido Elisa García y José Ignacio García Paulos.
Charros y charras vestidos con los trajes tradicionales de gala, acompañaron a la Virgen de Santidad hasta el ágora de la capital del Yeltes. Con el sol ya escondido en Portugal, la patrona partía en procesión escoltada desde su ermita y guiada por la luz de sus cofrades. Los mayordomos seguían la estela de Nuestra Señora de los Caballeros, camino de la centenaria plaza, flanqueando al párroco Jesús Gutierrez, encargado de oficiar la Novena en la ermita en advocación a la Virgen de los Caballeros.
Recibida con honores de Reina, los vecinos lanzaron sus voces al aire para entregar La Salve a su Virgen. La salutación de Andrés Celestino García ensalzaba el fervor de cada villaviejense por su patrona, unas fiestas que viven con total entrega hasta el 31 de agosto, una fecha que marca un antes y un después en la vida de cada vecino de estas tierras bañadas por las aguas milagrosas del Yeltes.
Con una plaza emocionada, el cordón volvió a brillar sobre las luces de la noche. Bajos los sones de la gaita y el tamboril de Juan Vázquez, que por primera vez tocaba en la plaza de su pueblo, las ocho charras danzaron en honor a la Virgen de Santidad esta danza inminentemente religiosa y femenina, como recordaba a LAS ARRIBES AL DÍA la folclorista villaviejense, afincada en Ciudad Rodrigo, María José Calderero, quien celebraba que finalmente este baile haya recuperado su versión original tras años con la introducción de hombres.
De esta forma, el pueblo de Villavieja rendía su fervorosa admiración hacia la Virgen de los Caballeros, un acto al que puso fin el himno de Villavieja y el traslado de la Imagen a la iglesia parroquial a la espera de la llegada del día grande, una jornada en la que se funden con verdadera pasión actos religiosos y lúdicos, por los primeros, el ofertorio y la procesión de subida hasta la ermita con el cambio de varas a favor de los nuevos mayordomos; y por el segundo, el primer encierro tradicional de estas fiestas.
Primer encierro con novillos de Francisco Galache
Después de la verbena con la orquesta Malasia, y que dará entrada a la madrugada del día grande de las fiestas, será este miércoles, 28 de agosto, cuando los villaviejenses vacíen los dos sentimientos que dan vida a estas fiestas: su fervor a la Virgen de los Caballeros y su pasión por los festejos taurinos. Tras el regreso en procesión de la Virgen de los Caballeros a su ermita, en su honor se correrán toros por las calles, se lidiarán en la plaza y se devolverán al campo, a la tierra que escondió su Imagen durante siglos.
En este primer encierro, que será al estilo tradicional, se correrán cuatro novillos de Herederos de Francisco Galache Cobaleda y que serán lidiados en la tarde por los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, Fabio Jiménez y Jesús de la Calzada.
También en este encierro se correrán dos novillos más para los aficionados y que protagonizarán el desencierro de la tarde al finalizar la novillada. El último acto de este día será la verbena amenizada por la orquesta La Resistencia.
PARA VER EL PROGRAMA DE FIESTAS COMPLETO, PINCHAR AQUÍ