El adarve de la muralla y el Parque de La Florida, ‘abiertos’ al público

El próximo mes de septiembre cumplirán un año, si nadie lo remedia, las obras de reforma tanto del Parque de La Florida, como del tramo del adarve de la muralla comprendido entre la Brecha Grande y la Puerta del Conde. Ambas obras se encuentran paralizadas a falta de una serie de 'retoques' que debían haber estado listos hace mucho tiempo, concretamente en diciembre y febrero pasados.

Distintos problemas con las empresas ejecutoras han provocado que aún no se atisbe el día de finalización de ninguna de las dos intervenciones, con lo cual ambos espacios deberían seguir estando bloqueados al público hasta que estén culminadas. Sin embargo, está empezando a ocurrir lo contrario: el público está empezando a transitar por ambos lugares, de diferente modo.

Por un lado, en lo que respecta al adarve de la muralla, las vallas que impedían el tránsito de peatones por la zona en obras han sido soltadas de sus amarres de tal modo que, aunque esas vallas permanecen allí, en estos momentos no ejercen ninguna función. Como se puede ver en las imágenes, las vallas que había para evitar el paso en lo alto de la Puerta del Conde han sido 'apiladas'; la que había en las escaleras de acceso desde la Plaza de Amayuelas ha sido abierta; mientras que por el lado de la Brecha Grande, ha sido retirada la parte central del vallado.

Como se puede ver también en la galería, lo que sí permanece completamente vallado es el punto donde aparecieron una serie de restos históricos enterrados bajo tierra (concretamente restos del antiguo Palacio de Amayuelas, entre ellos parte de una escalera helicoidal/de caracol).

Por otro lado, en lo que se refiere al Parque de La Florida, todas sus puertas de acceso cuentan con una serie de vallas de baja altura para impedir el acceso al mismo, pero hay personas que están retirándolas para pasar, además del hecho de que no es demasiado difícil colarse en el Parque saltando el muro en aquellas zonas donde lo hay o accediendo a través del talud de la Avenida de España, donde apenas hay colocada una cita marcando que no se puede pasar.

El caso es que al menos una tarde de hace un par de semanas una señora estaba leyendo tranquilamente en un banco de los situados en la parte 'sur' del Parque (la que da a la calle Venerable Centenares); mientras que en la reciente jornada del Martes Mayor se pudo ver a la hora de comer a varias personas sentadas en bancos de la zona de confluencia que da a las calles Venerable Centenares y Florida.