Siete motivos muy salmantinos para sacar el carnet de Unionistas

Que en sólo seis años de historia, aunque sea una historia que jamás quisiéramos haber comenzado, Unionistas de Salamanca Club de Fútbol haya logrado ascender desde Provincial hasta Segunda B pasando por Regional y Tercera y clasificarse ya en dos ocasiones para la Copa del Rey, con unas cuentas presentadas y presentables, y con una masa social fiel, entusiasta y respetada indica que hay detrás esfuerzo y talento, ingredientes necesarios para que sobre la dorada piedra, en sangre de toro, se pueda rotular un vítor, como el que lucirá tu carnet si decides este verano hacerte socio colaborador de Unionistas.

Homenajear a la añoradísima Unión Deportiva Salamanca siguiendo a este nuevo club nos ayuda a reconocer las nueve décadas de caminar de la Unión como la trayectoria de un histórico del fútbol español, querido en todos los campos por su lucha, por su brega, por su humildad constante y su grandeza inolvidable. La historia de la Unión está plasmada para siempre en los recuerdos y experiencias vitales de miles de salmantinos, pero a la vez resulta un tesoro por descubrir, como el que la leyenda todavía oculta bajo una de las conchas de la casa más enigmática de la ciudad, y precisamente una concha tendrán este año en su carnet los socios adultos de Unionistas.

Vincularse para siempre con Salamanca es algo que hacen muchos de los alumnos de nuestras universidades, y no se me ocurre forma más sana y divertida que dedicar un par de horas cada quince días a disfrutar del ambiente de Las Pistas, que sin duda se reproducirá en el Reina Sofía, futura casa del equipo ya en la capital. La rana de las Escuelas Mayores se hace hueco en el carnet joven de Unionistas, para que a su querencia por los colores que ya tengan se sume la afinidad por el blanco y el negro salmantinos.

Los que en su adolescencia estén deseosos de aprender, de crecer, de madurar, y por qué no, de desprenderse un día de ciegos amos para ser dueños de su propio destino, tendrán en el lazarillo de su carnet junior de Unionistas un icono de rebeldía y desparpajo, pero a la vez de realismo y capacidad de resistencia, porque se puede ser a un tiempo romántico y pragmático.

No olvidemos que "ad astra per aspera", que "ad astra per Játiva", que "ad astra per gol de Razvan", que soñar es gratis y bueno para la salud pero de nada sirve sin pensar primero, sin hacer cuentas creíbles, sin proyectar a conciencia, sin trabajar en equipo? Bien lo sabe el astronauta de nuestra Catedral, compañero en su carnet de Unionistas de nuestros socios infantiles, que desde bien pequeños alientan al equipo, aunque sus padres y abuelos habíamos soñado con que pudieran alentar al Salamanca, triste e innegablemente desaparecido.

Somos muchos, como las majestuosas encinas del Campo Charro, como la que convivía con el toro, sobre el puente, en el escudo de la Unión. Muchas simpatías, horas pendientes de la radio o de internet, celebraciones de goles por whatsapp, repasos de la clasificación, sorteos, viajes, fichajes, alineaciones? Muchos lugares en España y en el mundo, desde Gijón hasta Italia, donde los unionistas tendemos lazos de simpatía y fraternidad, conformando un mar robusto y sobrio como el que teje la encina en nuestra tierra charra. Es precisamente una encina la que se enraíza y abre sus ramas en el carnet de simpatizante de Unionistas.

Por último, el atrevimiento y el emprendimiento que distingue a las empresas patrocinadoras del club hacen que en su carnet nos encontremos con la Casa Lis, tan distinta a otros proyectos, tan salmantina ya en su originalidad, férrea y trasparente, porque Unionistas resiste y crece y se muestra tal cual es. Un club deportivo de sus socios, el que más socios agrupa en Salamanca. De Salamanca y para Salamanca. Una forma más de rendir homenaje al Salamanca, a la gloriosa Unión que, en su ocaso, inspiró el nacimiento de Unionistas: para que se marcaran en su memoria los goles que ella ya no puede marcar.