Voluntariado en Casa Samuel: “Ser voluntario te hace ver realmente lo importante” 

Guadalupe y Sonia son, desde hace 9 y 4 años respectivamente, dos de las voluntarias de Casa Samuel, recurso de acogida de Cáritas Diocesana Salamanca para las personas diagnosticadas de VIH y en situación de vulnerabilidad social. Ser voluntario exige compromiso y responsabilidad, y a cambio aseguran recibir "mucho más" de lo que dan. "Te sientes valorado y reconfortado", apuntan. Comparten, al igual que el resto de voluntarios, el haber tenido en un momento la necesidad de "compartir un poco de tu tiempo, y hay mucho que hacer y maneras de ayudar".

Cada uno de los voluntarios también tiene su historia. En el caso de Guadalupe, "hubo un momento de mi vida que estaba pasando por un duelo fuerte, tuve que romper de alguna manera, y siempre he sido una presona comprometida". Aquella decisión la llevó a Cáritas, y luego a Casa Samuel. Sonia se incorporó como voluntaria en Casa Samuel hace 4 años cuando "me comentaron que se necesitaba gente aquí". "No siempre es fácil", reconocen, por las circunstancias o la situación de deterioro de la salud de algunos residentes al llegar.

Aseguran que ser voluntaria, en este caso en Casa Samuel, "te hace ver realmente lo importante", "aprendes a relativizar tus problemas y te das cuenta de las tonterías por las que te puedes preocupar día a día". Y, como añaden, "hay que dar un poco de lo que tú tienes, esta es una línea muy delgada, no pensemos que no nos puede pasar o a alguien cercano a mí, y si eso pasara, me gustaría que alguien al menos me cogiera la mano".