Antiquísima y muy importante es esta vía pública salmantina que nace de la misma Plaza Mayor y concluye en la Avenida de Mirat. Tuvo varios nombres a través de los tiempos en sus orígenes se llamaba calle de los Herreros, en un tramo que iba desde la plaza de San Martín (hoy Plaza Mayor) a la antigua iglesia de San Mateo (hoy de San Juan de Sahagún), pues se supone que en dicha calle había trabajadores de dicho gremio.
Se llamó también calle de San Mateo, desde esta parroquia hasta su desembocadura en la muralla, por una puerta que también se llamaba entonces de San Mateo. A partir del siglo XVI toda la calle, así como la puerta, se llamaron de toro, por arrancar de ahí la calzada que conocía a esa ciudad. A principios de siglo XX se llamó calle del Doctor Riesco y tras la guerra civil, el Ayuntamiento acordó, en sesión celebrada el 15 d
e julio de 1937, denominarla calle del Generalísimo Franco, para volver a recuperar el nombre de Toro a la llegada de la democracia.
Cuando la plaza de San Martín (Plaza Mayor) fue cogiendo auge, esta calle se juzgó muy a propósito para el asentamiento de la nobleza, tanto eclesiástica como seglar. Los canónigos comenzaron a comprar casas en los XIV y XV, y por la misma época, las familias poseedoras de señorío levantaron aquí sus moradas dejando una zona porticada en ambas aceras para darle más prestancia y comodidad de entrada.
Fotografías
▪ Arco de la Calle Toro.
▪ Calle Toro, años sesenta.
▪ Deslizándose en el hielo en la calle Toro.
Texto extraído de Callejero Histórico Salmantino.