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La piel tiene memoria, y “años después se ve el daño de la exposición al sol sin...
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PREVENCIÓN, CLAVE

La piel tiene memoria, y “años después se ve el daño de la exposición al sol sin...

Actualizado 16/06/2019
Redacción

Desde el Servicio de Dermatología del Hospital de Salamanca inciden en la especial protección de los niños porque, "las quemaduras en la infancia pueden multiplicar el riesgo de padecer cáncer de piel en la edad adulta"

"Cada vez somos más conscientes" del cuidado de la piel, el órgano más extenso de nuestro cuerpo, pero "aún así seguimos teniendo pequeñas concesiones con el tema del bronceado", tal y como apunta la doctora Elena Godoy, del Servicio de Dermatología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca. Una bajada de la guardia, no solo con la exposición directa al sol sino también con las cabinas de bronceado, que puede tener consecuencias severas para la piel, como el aumento del riesgo de padecer cáncer de piel.

La exposición al sol, como explica la doctora Godoy, "es el principal factor de riesgo modificable". Hay otros factores que no se pueden modificar y que también intervienen en la mayor predisposición a tener cáncer de piel -lo que no significa que necesariamente se vaya a padecer-, como "el tener antecedentes familiares o tener la piel clara". Protección y cuidado de la piel que nos preocupa especialmente con la llegada del verano, pero que también conviene hacer extensivo al resto del año. "Hay zonas como la cabeza, cara o manos en los que también vemos muchos carcinomas de piel".

Y, por supuesto, especial atención al cuidado de la piel de los niños, porque "las quemaduras solares en la infancia pueden multiplicar el riesgo de padecer cáncer de piel en la edad adulta".

¿Ha aumentado la prevalencia del cáncer de piel o es que acudimos más al dermátologo? "Ambas cosas", y de hecho, como apunta, "estamos recibiendo pacientes en los que detectamos los estragos de la exposición sin protección años atrás". Como bien resume la frase que "poco a poco va calando", la piel tiene memoria, y "años después se ve el daño de la exposición a la radiación solar sin protección".

El diagnóstico precoz es clave para mejorar los resultados del tratamiento del cáncer de piel, y de ahí la importancia de la revisión de la piel para detectar cualquier alteración o cambio, por ejemplo de los lunares. "La autoexploración es muy recomendable, es algo muy sencillo y que se puede hacer en casa", y en caso de duda, consultar con el especialista. De igual manera, y atendiendo a si tienen antecedentes familiares, del tipo de piel o del número de lunares, entre otros factores, conviene acudir al dermatólogo para revisiones periódicas.

Prevención

Evitar las horas centrales del día, "las más problemáticas porque la radiación solar es más directa", utilizar "una protección adecuada, y eso incluye la ropa", y utilizar un protector solar adecuado a cada tipo de piel, y que proteja, como incide la doctora Godoy, "frente a las radiacciones ultravioletas B y A". "Utilizar un protector solar", como subraya, "es invertir en salud".

Y en el caso de los más pequeños, algo que no se suele tener en cuenta, y es que hay que evitar dejar a los más pequeños debajo de la sombrilla creyendo que están protegidos, cuando en realidad "también les da el sol".

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