Sí y no en las relaciones sexuales: necesidad de la Ética del consentimiento

Mientras esperamos la reforma del código penal, para combatir los delitos contra la libertad sexual (violaciones, acoso, abusos sexuales, etc.), venimos insistiendo en varias ideas:

a) Nos alegramos que intenten mejorar el código penal. Este es el trabajo de los juristas y el buen hacer de los políticos.

b) Deberíamos, en paralelo, hacer un a educación sexual y social en la que la ética de las relaciones sexuales y amorosas fuera un tema central. El objetivo sería prevenir, en la medida de lo posible, los delitos. Prevenir, Detectar y Denunciar estos delitos es lo fundamental.

No podemos esperar que desaparezcan radicalmente estos delitos, en ningún país lo han conseguido, pero sí que disminuyan y se afronten mejor. Tampoco podemos esperarlo todo de un adecuado tratamiento penal, porque no siempre es fácil encontrar pruebas; y no se pueden resolver fácilmente casos como los que venimos comentando. Este es tercer caso que proponemos:

"Un hombre y una mujer coinciden en una fiesta. Ambos consumen mucho alcohol, llegando a estar muy borrachos. Finalmente acaban juntos en la cama y tienen relaciones sexuales. Al día siguiente, la versión de ambos es completamente distinta: "el me violó", dice ella; "ella consintió, asegura él". Las pruebas forenses no pueden aclarar lo sucedido.

¿Qué cree usted que puede hacer un juez?

Seguramente tampoco nosotros, con estos datos, podemos estar seguros. Algunas personas claman "Me Too", yo también la creo, la mujer tiene la razón. ¿Pude decir esto un juez?, ¿podemos estar seguros nosotros de lo que ha pasado?

Desde la ética del consentimiento podemos hacer algunos comentarios básicos:

El primero es que haber bebido, si ella no consintió y él la violó, no exculpa al agresor.

El segundo, el hombre, si hubo violación, debería saber que el alcohol y las drogas son graves factores de riesgo asociados a este delito y a otros. Por tanto, tendría que haberlos evitado o aplicarse el anuncio hecho para la circulación: "si bebes no conduzcas", ya me entiende usted.

El tercer comentario está en relación con la mujer supuestamente violada. (1º) Naturalmente, si ha sido violada, la culpa penal siempre es del agresor. (2º) Si no fue violada, no lo recuerda, no lo sabe o simplemente se arrepiente de haber tenido relaciones, no debería denunciar. (3º) Si fue violada, aunque la culpa penal es toda del agresor, ella debe aprender que beber hasta la borrachera, especialmente si no está con un hombre de toda confianza, es una imprudencia grave. Las mujeres tienen derecho a ser imprudentes, pero asumir ciertos riesgos no creo que sea inteligente emocional y socialmente.

Finalmente, la ética del consentimiento nos ayuda a evitar errores y dejar claro que puede haber violaciones que los jueces no puedan condenar, por falta de pruebas. Todos debemos saber que la "libertad y la dignidad" de la pareja, estable u ocasional, no se deben vulnerar nunca. También, que no es inteligente asumir factores de riesgo, tanto por parte del supuesto agresor, como por parte de la posible víctima. El alcohol mal bebido y las drogas son malas compañeras de las relaciones sexuales, tanto desde el punto de vista positivo, porque amenazan el placer y el bienestar, como negativo, porque son factores de riesgo, al debilitar nuestra libertad de decisión y nuestra conducta ética y penal. "Si no sabes beber y puedes perder tu libertad y dignidad, no tengas relaciones sexuales". No es inteligente ser agresor o víctima por una borrachera. La sexualidad va mucho mejor con la lucidez, la capacidad de tomar decisiones y de gozar.

¿Qué podemos decir del botellón o las costumbres sociales que incluyen estos factores de riesgo?