La historia y los fondos que custodia el Museo de Salamanca desde hace más de 170 años

Tres pinturas (Adoración de los reyes, La piedad y La anunciación), datadas en los siglos XV y XVI y pertenecientes al Patrimonio Histórico Nacional, presiden el rincón dedicado a la pieza del mes y sorprenden incluso por el viaje que han recorrido hasta llegar al Museo de Salamanca. Y es que estas tres piezas forman parte de las obras de arte incautadas por la Guardia Civil dentro de la operación 'Falsum', y pendientes de localizar a los legítimos propietarios. Han sido depositadas en el Museo de Salamanca donde permanecerán expuestas hasta el próximo mes de junio. Estas tres tablas renacentistas se convierten, además, en la excusa perfecta para acercarnos hasta el Museo de Salamanca, una de las visitas imprescindibles para conocer la historia de la ciudad, tanto a través de los fondos que custodia y expone como de su propia trayectoria, habiendo sido testigo de más de 170 años de historia de Salamanca.

Un museo que alberga un legado tan valioso como interesante (Arqueología, Bellas Artes y Etnología), y cuyas puertas están abiertas a todos aquellos que todavía no lo hayan descubierto. En este Día Internacional de los Museos recorremos sus dependencias y descubrimos retazos de su propia historia de la mano del director del Museo de Salamanca, Alberto Bescós Corral. "Los museos provinciales reflejan a la sociedad, y nosotros hemos mantenido una base importante de actividad y una larga trayectoria", subraya.

El elemento diferenciador de este museo "es que es completamente público, no solo en financiación, sino que además nos regimos por derecho administrativo, cumplimos las necesidades que tiene el Estado respecto al patrimonio histórico mueble". Por ejemplo, "si hace una incautación la Guardia Civil, eso pasa a ser responsabilidad del Estado, ¿dónde guardar un cuadro?", explica el director del Museo.

Enclavado desde 1948 en el que fuera Palacio de los Álvarez Abarca, edificio construido durante el siglo XV y que también era conocido como la Casa de los doctores de la Reina, cuenta con una colección de bellas artes en la que se conservan obras del siglo XIV hasta la actualidad, a la que se suman las piezas arqueológicas halladas en la provincia, una colección de orfebrería y una muestra de etnología local.

El origen del Museo de Salamanca nos lleva hasta la desamortización de Mendizábal. "El lote fundacional es la colección de Bellas Artes cuando se incautaron conventos, monasterios y fundaciones como eran los colegios mayores, hacia el año 1835-37", aunque "Salamanca no consiguió abrir el Museo al público hasta 1848, más de diez años después, hay portadas en los periódicos de esa época sobre cuándo se abrirá el museo", y de hecho, como apunta Bescós, "en esa época ya decían que necesitábamos un museo para atraer turismo".

Abrió sus puertas en 1848 y ha permanecido desde entonces, salvo entre los años 1970-74 que estuvo en la Casa de las Conchas, en su actual ubicación, junto al Patio de Escuelas, ya de por sí uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Pero antes de llegar aquí tuvo otros cuantos emplazamientos. "Empezamos en el Colegio de Anaya, hasta la llegada del Gobernador Civil, pasando al convento de los dominicos de San Esteban, hasta su retorno, y luego estuvimos en el Patio de Escuelas Menores", relata Bescós.

"El primer conservador del museo fue Isidoro Celaya, pintor y escultor; luego estuvo Micó, un artista que hizo bastantes pinturas y que también era restaurador; y luego Modesto Falcón", profesor de Derecho y conservador del museo desde 1866, "un hombre con bastantes conocimientos y metódico para hacer un inventario, hizo varios libros bastante interesantes". De esta época, tal y como recoge la historia, es el rescate de la escultura del verraco del Puente Romano, y que habría de permanecer casi un siglo en el Museo, hasta que se decidió devolver a su lugar en el puente.

Otro de los nombres conocidos que han estado ligados a la historia del Museo es Fernando Iscar Peyra, "periodista, político". "Los directores de museo no cobraban prácticamente nada, eran gente bien de Salamanca con un interés cultural, al igual que los ordenanzas", puestos que "solían estar cubiertos con un jubilado de la Guardia Civil, por ejemplo, que podía compatibilizar la pensión con el sueldo". Iscar Peyra "hizo el movimiento de venir al Palacio de los Álvarez Abarca".

Hizo más cosas Iscar Peyra, como crear "dentro del museo un espacio para atraer artistas locales y que trabajaran ahí". De los años de la dictadura apenas "tenemos mucha información", y sería ya hacía finales de los 70, "sobre todo por Amalia Gallego", cuando se lleva a cabo el arreglo definitivo del Palacio de los Álvarez Abarca.

A principios del siglo XX surgió también el interés porque hubiera una colección de etnografía, sobre todo con la donación por parte de la Diputación Provincial de dos colecciones de arte popular y arqueología. Una colección interesante también a nivel de investigación. "En esa época era lo que se denominaba arte pastoril, pero también tenemos una fragua prácticamente entera que nos entregaron los vecinos de Tremedal de Tormes".

A esto hay que sumar que, "desde finales de los 70 legalmente todos los restos arqueológicos se tenían que entregar en un museo de la provincia que dependiera de la administración", y como señala Bescós, "se ha encontrado de todo y ha habido que preservarlo". Así, entre las muchas piezas que custodia el Museo de San Salamanca, no faltan las procedentes del Cerro de San Vicente, el yacimiento arqueológico donde se sitúan los orígenes de la ciudad.

El Museo de Salamanca cuenta con una exposición permanente y con exposiciones temporales. Una de las iniciativas para mostrar parte del legado que custodian es la pieza del mes. "En la mayoría de los museos escogen una pieza importante, aquí no lo hacemos con las que están a la vista, sino con las que no están", apunta.

Piezas singulares

Una quesera cerámica o un puñal de remaches de bronce de la Edad del Bronce, los botones de los uniformes militares de la Guerra de la Independencia, una escultura de mármol que representa a una figura humana vistiendo el traje del ciudadano romano (Togado de mármol) datada en el siglo I d.C; una cajita de asta (tabaquera) o una cuerna, un utensilio de arte pastoril usasdo para guardar tabaco, sal, pólvora; o las estelas funerarias romanas y el verraco que presiden el patio, son algunas de las curiosas piezas que forman parte de la exposición permanente del Museo de Salamanca, de titularidad estatal y gestionado por la Junta de Castilla y León.