El azul del aciano

Ved ahí cómo asoma, entre la verde inmensidad de la cebada, el azul del aciano, ese clavel humilde, tan bajo de estatura, que trata de llamarnos la atención con su singularidad, frente a tanta masa monótona.

Y le hace un guiño a ese otro azul pálido del cielo, con el que está hermanado. La singularidad y la humildad se dan la mano en él. Su belleza también nos consuela y nos da una lección: existe lo pequeño y hay que protegerlo y dar señales de su estar en el mundo.

José Luis Puerto / Foto de Ángeles Rebollo