“Vivir con esta enfermedad supone un cambio en la vida y en la forma de afrontar el futuro”
El ejercicio físico ayuda a mejorar la movilidad de los pacientes con EA
La combinación de tratamientos farmacológicos y no farmacológicos ayuda a mejorar la calidad de vida de los enfermos
La espondilitis anquilosante (EA) es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta sobre todo a las articulaciones de la columna espinal y a las articulaciones sacroilíacas, es decir, la zona de unión de la columna con las caderas. También se puede inflamar el punto de unión del tendón con el ligamento al hueso, siendo típico en el talón o la rodilla y cursando con dolor intenso y limitante.
"Vivir con espondilitis anquilosante (EA) supone un cambio en la vida y en la forma de afrontar el futuro. Es posible tomar el control de la enfermedad y aprender a convivir con ella sin que tu vida cambie por completo", explican desde la Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis, CEADE.
El diagnóstico temprano de la espondilitis anquilosante (EA) puede resultar clave para que los tratamientos, farmacológicos y no farmacológicos, sean más efectivos. Afectando de manera importante a la movilidad, la práctica de terapias rehabilitadoras ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes, ya que el ejercicio físico moderado mejora los síntomas de la enfermedad.
Fisioterapia, caminar, estiramientos, natación, yoga o pilates, entre otros, son ejercicios que mejoran la movilidad, el estado físico y la funcionalidad del paciente. "La actividad física ayuda al paciente a encontrarse mejor y a mejorar su calidad de vida".
En cuanto a los tratamientos farmacológicos para un paciente de EA, con el fin de mejoran el dolor y la inflamación, están los antiinflamatorios, corticoesteroides, fármacos modificadores de la enfermedad y tratamientos biológicos.