El buen tiempo lanza a los salmantinos a disfrutar el tradicional Lunes de Aguas

Lunes de resaca electoral y, en Salamanca, Lunes de Aguas, una popular tradición que los salmantinos mantienen viva y que tiene en el hornazo a su protagonista gastronómico. En una jornada en la que el tiempo acompañará -para resarcirse del lluvioso Lunes de Aguas del año pasado-, los salmantinos darán cumplida cuenta de una de las tradiciones más arraigadas que se celebra el lunes siguiente al de Pascua, y como fiesta de inicio de la primavera.

Detrás de esta singular fiesta, reservada en el calendario de Salamanca y muchos de los pueblos de la provincia, hay toda una historia, ya que las referencias datan de los siglos XVI y XVII. En tiempos pasados, y según relata la historia, antes de la Cuaresma, las prostitutas debían cesar en su actividad. Cuando finalizaba la Semana Santa, los estudiantes cruzaban el río Tormes en barcas, acompañados del conocido como 'Padre Putas' o 'Padre de Mancebía', en busca de las mujeres y pasar un día de fiesta en el campo.

También se cuenta que el origen de esta popular fiesta está en las ordenanzas de las casas de mancebía dictadas por Felipe II en el año 1570. En cualquier caso, es una tradición que se mantiene viva, con la inmensa mayoría de salmantinos saliendo al campo para comer el hornazo, uno de los mejores embajadores de la gastronomía salmantina y que, aunque ya se puede degustar durante todo el año, es el Lunes de Aguas cuando es hace imprescindible.

Fotos de Lydia González y Elena López