Ha señalado que "el tema nuclear no es de izquierdas o de derechas, sino que el sentido común nos dice que no podemos dejar a nuestros descendientes una herencia radiactiva"
El eurodiputado portugués José Inácio Faria, del Partido da Terra, visitaba este sábado la zona de Retortillo afectada por los proyectos de minería de uranio de la multinacional Berkeley.
En esta visita ha podido comprobar los destrozos ocasionados por la empresa minera en un entorno de "un valor natural incomparable", protegido además por la Red Natura 2000. También ha mostrado su extrañeza porque se pueda abrir una mina y planta de concentrados de uranio a menos de un kilómetro de un espacio de bienestar como el Balneario de Retortillo.
Los alcaldes de la Mancomunidad del Yeltes también han tenido la oportunidad de exponerle su preocupación por las consecuencias negativas que tendría para el río Yeltes la posible apertura de las instalaciones de Retortillo, debido a los vertidos autorizados por la Confederación Hidrográfica del Duero y al riesgo de que pueda ceder alguna de las balsas de lixiviación proyectadas como ha ocurrido recientemente en Brumandinho (Brasil).
Faria se ha comprometido a seguir insistiendo en Europa para que se impida reabrir la minería de uranio en la Península Ibérica, cuyas "consecuencias negativas serían sufridas por España y Portugal, países que deberían haber aprendido de los errores del pasado (planta de concentrados de Andújar o Urgeiriça)". También ha señalado que "el tema nuclear no es de izquierdas o de derechas, sino que el sentido común nos dice que no podemos dejar a nuestros descendientes una herencia radiactiva como la que supone la minería de uranio".
Desde Stop Uranio agradecen "enormemente el apoyo recibido del eurodiputado portugués, que se suma al que recibimos de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento luso que visitó la zona de Retortillo ahora hace un año, o el de las organizaciones ambientalistas lusas que nos ayudaron a formar la cadena humana sobre la presa de Saucelle en enero de este año".
"La Junta de Castilla y León decidió, sin que sepamos en base a qué estudios o informes, que las instalaciones de Retortillo no tendrían efectos transfronterizos, pero el interés que vienen demostrando nuestros vecinos por lo que pasa a este lado de la frontera desmiente a todas luces esa falaz afirmación".