Llegan nuestros hijos, nos apartamos nosotros

Dicen que solo somos transportes de nuestros genes, que servimos como objetivo primordial a su reproducción, que como máquinas seguimos eso que llamamos instinto de supervivencia obedeciendo sus órdenes. Y puede que tengan razón, que todo ese conjunto de sensaciones y sentimientos no sean más que juegos entre hormonas, feromonas, glándulas y sustancias químicas.

Lo cierto es que, inexplicablemente, un nuevo sentimiento nace en tu interior cuando sostienes por primera vez en brazos a ese que es tu hijo. Un sentimiento que, en un principio, parece no existir, pero que con el paso de los días crece, hasta que sin darte cuenta entiendes y aceptas que tu vida ha pasado a ocupar un segundo plano, y que no sería difícil aceptar la muerte si con ello la nueva vida que se desarrolla frente a ti se mantiene fuerte y con posibilidades de éxito.

Sin llegar a tales dramatismos, comenzamos a dar de lado nuestros deseos para cumplir los de ellos, nuestros hijos, y ofrecerles todas las comodidades posibles, evitándoles cualquier situación que pueda hacerle algún tipo de daño. Elegimos con esmerado cuidado todo lo que se necesita para que nuestros pequeños bebés consigan un desarrollo sano y feliz, desde las mejores sillas mecedoras hasta la cuna perfecta y las ropas que no dañen su piel, productos naturales para el baño, y los alimentos más sanos para cada ciclo de edad.

Incluso antes de nacer

Efectivamente, incluso antes de nacer ya están haciéndose un hueco en nuestras vidas, ya estamos planificando los cambios que hay que hacer en la casa y lo que tenemos que tener en el coche, vamos adquiriendo la ropa y los elementos indispensables para que sus primeros días en el mundo sean todo lo cómodos y seguros que deberían ser, pero, sobre todo, nos mareamos la cabeza hasta lo indecible buscando el nombre perfecto.

Y es que un nombre marcará la personalidad definitivamente, por lo que no es un asunto en absoluto baladí, incluso la ciencia afirma que el nombre influye en el destino de las personas. Según diversos estudios científicos, el nombre que se lleve condicionará alguna de las decisiones que se tomen en la vida, desde el trabajo que se elije hasta los años que se viven, así de rotunda se muestra la ciencia en este aspecto.

Por lo tanto, merece la pena que perdamos un tiempo eligiendo entre los mejores nombres para niñas o para niños, estudiando el significado del nombre por el que sintamos cierta predilección, conociendo la tendencia de nombres y cómo influirá este en su vida de adulto. Y es que tenemos que tener en cuenta detalles tan básicos como la dificultad en la pronunciación del nombre o si el que queremos ponerle es famoso por una serie televisiva que en el futuro puede recordarse como algo negativo e incluso ridículo. Por supuesto, debemos evitar ponerles nombres en memoria de personas fallecidas, pues le colocamos sobre sus hombros una carga que los acompañará toda la vida, obligándolo a sufrir constantes comparaciones.

La educación que no tuvimos

Cuando llega la etapa de la escolarización, queremos que reciba aquella educación que nosotros no recibimos, que consiga tener una formación que repercuta más en su felicidad, en el autoconocimiento, y no en la imposición y en el ajuste de un modelo que modela al niño para ser útil dentro de un proceso productivo y no para crear una persona crítica con la sociedad en la que vive y fuerte en valores.

La mayoría de nosotros sufrió el abuso de una educación excesivamente católica o patriótica, reminiscencia de la formación post dictadura, los cambios se han ido produciendo, pero no a la velocidad y al nivel deseado. La estructura misma de los colegios, con enormes paralelismos a las cárceles, con fuertes sirenas para señalar el inicio y el cambio de clase, galerías que conducen a aulas, que son poco más grandes que celdas, la obligatoriedad de permanecer en torno a 40 minutos seguidos sin libertad de movimientos durante 5 horas, 5 días a la semana, dedicando demasiado tiempo a acumular datos y poco a enseñar a pensar.

Por todos estos motivos, muchos son los padres que se decantan por una educación alternativa, como es el Método Montessori. Si quieres saber qué es el Método Montessori y saber cómo se puede llevar el Método Montissori en casa, solo tienes que hacer clic sobre este enlace. Baste señalar que se caracteriza principalmente por proveer un ambiente ordenado estéticamente, simple y real, donde cada uno de los elementos que lo componen está destinado a cumplir una función en el desarrollo de los niños. Es sus aulas se agrupan alumnos en periodos de 3 años, con lo cual se promueve de forma natural la sociabilización, la solidaridad y el respeto con y hacia los demás.

El entretenimiento pensando en ellos

Es lógico suponer que si adquirimos y ponemos a su alcance juguetes educativos estaremos impulsando su desarrollo formativo, y no estaremos equivocados, lo que sí puede suponer un error es que el resto de los juguetes sean perjudiciales para ellos.

No incluimos en este tipo de material de diversión los que inciten a la violencia o sean sexistas que sí son, fuera de toda duda, perjudiciales para su formación y desarrollo.

Muchos expertos consideran que los juguetes normales, los que ellos desean, como por ejemplo los que encontramos en la tienda online especializada en Figuras Capsule15.com, son los que verdaderamente potencian su creatividad. Con los muñecos Funko les estaremos dando alas a su imaginación, creando la oportunidad de abrir mundos que dependan solo de su creatividad, que posibiliten compartir juegos en libertad, solos o con amigos, sin las limitaciones de un juego con reglas, como suelen ser los educativos.

Con este tipo de juegos crean historias, dan personalidad y carácter a sus muñecos, interactúan en un mundo inventado al tiempo que descubren, exploran y recorren el mundo real. Dejándolos jugar, con los juguetes que ellos desean, estaremos permitiendo que valoren la libertad y se diviertan sin imposiciones ni fisuras.