Hosteleros mirobrigenses aseguran que el Ayuntamiento está “en contra” de ellos

Alrededor de una quincena de hosteleros respondieron en la tarde del jueves a la llamada de la Asociación de Hostelería de Ciudad Rodrigo para intentar poner en común sus reivindicaciones de cara a la ronda de encuentros que van a tener con los partidos políticos que se van a presentar a las Elecciones Municipales del próximo mes de mayo.

En ese encuentro de la tarde del jueves, los hosteleros asistentes se mostraron muy críticos con el Consistorio, señalando expresamente que "el Ayuntamiento está en contra de la hostelería de Ciudad Rodrigo", apuntando no sólo a la parte política: aseguraron que "el secretario es uno de los principales culpables de lo que pasa" y que "la Policía Local no cumple sus funciones, sancionan a unos sí y a otros no", en lo que consideran "un agravio comparativo".

La base de todos las quejas está en el estricto cumplimiento que se está haciendo en Ciudad Rodrigo de la Ley del Ruido de Castilla y León: "es donde más caña se está dando", frente a la mayor laxitud de otros lugares no muy lejanos como Salamanca capital o Béjar: "en Salamanca, el Ayuntamiento está con la hostelería, aquí no".

Por ejemplo, en esas localidades 'no conocen' los limitadores que tienen todos los bares especiales de Ciudad Rodrigo, así como cualquier otro bar que vaya abriendo sus puertas. Asimismo, la aplicación de esta Ley también limita la realización de actuaciones en directo (recientemente la Asociación de Hostelería ha mantenido una reunión junto a los músicos mirobrigenses con el Ayuntamiento para tratar este asunto).

De igual modo, otra de las quejas es que se ha puesto alguna multa porque la televisión de un establecimiento supera determinadas pulgadas, algo recogido en la Ley, pero que no se sanciona siempre. Por cierto, en torno a las mismas sanciones se manifestó que "no puede ser que nos sancionen hoy y la notificación llegue dentro de 8 meses", o pasado mucho más tiempo.

Otro de los caballos de batalla son los botellones, considerando que el Ayuntamiento no está haciendo nada para intentar acabar con ellos, mientras que por el contrario sí hay un control mucho más estricto de las personas que hay a las puertas de un establecimiento.

Según explicó el presidente de la Asociación, Nacho Alonso, ya en octubre de 2015 se pidió al Ayuntamiento ayuda para controlar a la gente que hay a las puertas (realizando alguna campaña de concienciación) pero "ni la Policía Local ni Begoña [Moro, la delegada del área] nos han hecho caso". En este sentido, remarcan que el "problema" con el ruido está "en la calle, no en los bares".

Como otros aspectos tratados de forma más breve, se habló del malestar por la reducción del tiempo que pueden tener los bares especiales desplegadas sus terrazas (una hora menos); del problema de las cucarachas ("ya no se fumiga como antes"); o de las horas de cierre de los establecimientos (se va a solicitar que puedan cerrar de forma permanente una hora más tarde y no solo en fechas concretas). De igual modo se puso sobre la mesa la situación del Centro Social Aldea, que sí cuenta con música en directo y puede vender alcohol.

Durante la reunión hubo voces muy revolucionarias (planteando denunciar al Ayuntamiento por no controlar el botellón), mientras que otras fueron más apaciguadoras, en el sentido de que "no puedes ir contra la Ley" (ya que el Ayuntamiento lo que está haciendo es cumplirla): "hay que ir por las buenas" (para que el Consistorio no sea tan escrito a la hora de obligar a cumplirla). En todo caso, la idea es que, nada más pasen las elecciones -"al 2º día"-, plantear las reivindicaciones a la nueva Corporación y "pelear porque haya una actitud del Ayuntamiento diferente con nosotros".