El Ayuntamiento de Madrid inaugura una placa en homenaje al salmantino Marcos Ana
Nacido en Alconada con el nombre de Fernando Macarro, el poeta estuvo preso 23 años en las cárceles franquistas
La tarde el martes 26 se inauguró una placa en recuerdo del poeta Marcos Ana, en la que fue su casa durante sus últimos cuarenta años, en el número 30 de la madrileña calle Narváez, por el distrito de Retiro.
Con esta placa el Ayuntamiento de Madrid rinde homenaje a uno de los poetas y luchadores sociales más importantes que ha tenido España, referente central en las luchas sociales no sólo en su país sino en muchas partes del mundo. El recuerdo de Marcos Ana, quien se mantuvo hasta el final de sus días fiel a su credo generoso de que la mejor manera de ser feliz es vivir para los demás, congregó a un nutrido grupo que acompañó el homenaje.
En este emotivo acto estuvieron presentes su hijo, el fotógrafo Marcos Macarro Sender; los representantes del Ayuntamiento de Madrid en voz de su tercer teniente alcalde Mauricio Valiente; el concejal-presidente de Retiro, Ignacio Murgui; la Asociación Marcos Ana y su presidente Willy Meyer; representantes de distintos sindicatos como CC.OO y UGT; de partidos políticos (PCE, Podemos e IU); de asociaciones sociales por la memoria histórica; Yayoflautas, familiares, escritores, artistas y amigos. Fueron especialmente sensibles las palabras de su hijo y de su querida amiga la actriz Pilar Bardem.
Para este poeta de su pueblo que nació en Alconada, provincia de Salamanca, y que dedicó toda su vida a dignificar al ser humano, dejando 23 años de su juventud en las cárceles franquistas, la celebración de la vida, la generosidad y la poesía fueron una sola convicción, por ello hizo ciertos esos versos suyos que escribió en esos duros días de la prisión y que hoy ornan su placa: "Si salgo un día a la vida mi casa no tendrá llaves, siempre abierta como el mar, el sol y el aire".
Texto y fotos: Sylvia Miranda