Fueron protagonistas los Porteros Mayores de la Peña, Alejandro Hernández Sánchez (Jandro) y Bienvenido García Martín (Tito Bomberos)
Tras el 'día de descanso' que se vivió el lunes al trasladarse el pregón del Centro Cultural y Recreativo El Porvenir a la jornada del miércoles, el preCarnaval Cultural se retomó en la tarde del martes con el pregón de la Peña Puerta del Desencierro, que este año corrió a cargo del mirobrigense José Ignacio Martín Benito, quién trabaja en el IES León Felipe de Benavente (Zamora), además de ser procurador por el PSOE en las Cortes de Castilla y León.
Como es tradición, en esta cita no sólo es protagonista el Pregonero, sino también los designados como Porteros Mayores por parte de la Peña, Alejandro Hernández Sánchez (Jandro) y Bienvenido García Martín (Tito Bomberos), quienes estuvieron acompañados como madrinas por sus mujeres María Eugenia Pérez Segurado y Antonia Hernández Sagrado.
Los miembros de la Peña, los Porteros Mayores, las Madrinas, sus familias, junto a varias charras, se reunieron como es tradición en la Glorieta del Árbol Gordo, donde se hicieron varias fotos de familia (además de degustar chochos y vino) antes de ponerse en marcha. De camino al Teatro, hubo una parada en la sede de la Peña, en el inicio de la calle Madrid, donde se repartieron las habituales perronillas y vino.
Tras esa parada para reponer fuerzas, se hizo el tramo final hasta el Teatro Nuevo, donde todos los protagonistas fueron entrando por el pasillo de butacas hacia el escenario. Una vez todos estuvieron encima del mismo, fue turno para la presentación de la velada a cargo de Julete Moriche, quién también se encargó de desgranar el currículum de José Ignacio Martín Benito antes de darle paso.
El pregón
José Ignacio Martín Benito inició su pregón hablando del propio Teatro Nuevo, de cómo la Asociación de Amigos de Ciudad Rodrigo de la que formó parte ayudó a que no fuera demolido para construir viviendas: "aquella fue mi primera lucha".
En el tramo inicial de saludos, tuvo unas palabras en portugués, porque "Ciudad Rodrigo y su tierra no pueden entenderse sin La Raya", resaltando además que durante el Carnaval "es probablemente la ciudad más internacional de España", por las visitas desde Portugal y por el "aluvión de jóvenes estudiantes de un mundo sin fronteras que nos visitan desde Salamanca".
Tras una mención a varias efemérides que se cumplen en este 2019, incluida la de la Rondalla III Columnas, "heredera de toda una tradición de murgas y charangas" (enumeró todas ellas), el pregonero dedicó uno de sus bloques principales a hablar de cómo vivió el Carnaval de niño y de joven, viviendo en el barrio del Puente. Allí, jugaban en la Plaza del Toral a "emular a diestros y maletillas, y jugábamos con cuernos que conseguíamos en el Matadero".
Según expresó, quién le introdujo en la "mitomanía del Carnaval" fue su amigo Manolo, con quién subía a la ciudad a disfrutar del evento ("nos perdíamos por las casetas de ferias, los fosos y los tablaos") junto a otros tres amigos: Javi, Luis Mari y Andrés Martín Romero. En torno a la adolescencia, mencionó a la Charanga Santa Ana, donde tocaban dos hermanos que vivieron en el Arrabal del Puente, donde "se tenía sentimiento de colectividad, de pertenencia a una gran familia, del que nos sentíamos orgullosos".
En este sentido, mencionó que "la ciudad era, como Triana, puente y aparte. Había que cruzar el río y subir la Colada". Además de evocar las pedreas entre los del Puente y los de la muralla (participó en alguna), recordó los cinco bares que había en el Arrabal del Puente, y mencionó también a la Peña Unión de Maridos Oprimidos (UMO).
Tras una mención a lo que siente al oír el Reloj Suelto ("no sé cuál es la línea que separa la tensión del miedo"), expuso que el Carnaval es el momento, al igual que en Navidad, en que "los farinatos vuelven a casa". José Ignacio Martín Benito apuntó que durante estos años se ha ido fijando en "cómo ha ido cambiando nuestra fiesta: "hay más gente, muchos más disfraces, pero la fiesta sigue muy ligada al toro y así seguirá".
En este punto, hablando de disfraces, mencionó a Joaquín Pellicer, "alter ego el año pasado de Chiquito de la Calzada", con el que compartió pupitre en el instituto. Asimismo, mencionó a Conrado, cuya figura "transciende y forma parte ya de la mitología carnavalesca mirobrigense", y a las peñas, enumerando las que tienen su sede en la Plazuela del Buen Alcalde.
El siguiente tramo estuvo dedicado a hablar de los Porteros Mayores y Madrinas de la Peña, con quienes compartió hace poco una comida en La Bodega organizada por la Peña. Desde su punto de vista, "todos son merecedores de la distinción, pues sus figuras están muy unidas al Carnaval, ellos animando disfrazados las fiestas en una época en la que no estaba tan de moda el cambio de indumentaria, y ellas participando en la confección manual de los disfraces".
Ya en el tramo final, hubo un alegato de futuro: "espero y deseo que lo mejor de Ciudad Rodrigo está por venir; somos herederos de una historia y una tradición y nunca nos hemos doblegado. Por eso no vamos a cruzarnos de brazos y lamentar los tiempos duros que nos ha tocado vivir, con la espada de Damocles de la despoblación y la crisis de supervivencia de nuestro obispado".
De igual modo recordó que "hemos convivido con la despoblación toda nuestra historia; al ser una tierra de frontera, hemos sufrido las consecuencias de las guerras y con ellas, del abandono de villas y lugares. Pero siempre hemos resurgido como el Ave Fénix, porque somos gente de Raya". Precisamente, el pregonero cree que hay que intensificar las relaciones con Portugal, "aprovechando recursos y fortalezas comunes, así como capitalizando el desarrollo logístico en torno al corredor Atlántico".
De igual modo considera que hay que apostar por el patrimonio arqueológico y por las fortificaciones de frontera. Para rematar el pregón, recitó el villancico del músico salmantino Juan del Enzina.