La Primera Guerra Mundial y sus consecuencias

Estamos conmemorando este verano el trágico aniversario de la Primera Guerra Mundial, la guerra que iba a acabar con todas las guerras. Un conflicto que tuvo un alcance inesperado ya que si bien se inicia en Europa por razones que tienen que ver con el nacionalismo exacerbado, el imperialismo político y el nacionalismo económico, acabo arrastrando a países y gentes de todo el mundo.

En este recuerdo del Primer Conflicto Global que provocó unos 25 millones de muertos y heridos e incontables pérdidas materiales nos interesa destacar su carácter de cambio de época.

La guerra de 1914 a 1918 significó el fin de los valores morales, políticos y sociales del siglo XIX que habían modelado a la sociedad victoriana inglesa, como el prototipo de la sociedad conservadora y de orden europea.

La sociedad europea va a transformarse profundamente inaugurando la realidad contemporánea. El siglo XX con sus conflictos bélicos, sus grandes cambios sociales y políticos, la decadencia de Europa, o la aparición de nuevas potencias extraeuropeas nace en los estertores de la llamada Gran Guerra.

Entre los cambios políticos de más impacto destacamos la desaparición de los antiguos Imperios que habían modelado la vida de millones de europeos, el imperio Austro-Hungaro, conocido como el Imperio Dual que se desintegró en numerosos estados desde Austria, a Hungría, pasando por Checoeslovaquia o Yugoslavia.

El Imperio Ruso gobernado con mano de hierro por el zar Nicolas II dio paso tras la revolución rusa del 17 a lo que más tarde se denominaría la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el primer estado obrero del mundo como se comentaba en los ámbitos sindicales y obreristas. El Imperio Alemán creado en 1871 y regido por una dinastía prusiana se transformó en la débil República democrática de Weimar que resistirá muy poco los avances de los grupos derechistas antidemocráticos los cuales darán el poder a Adolfo Hitler en 1933.

Las consecuencias del tratado de paz de Versalles que impuso duras condiciones a Alemania influirán de una manera decisiva en el ascenso del totalitarismo nazi. Pero quizá hayan sido mucho más determinantes los cambios sociales que aparecen después, uno de los más relevantes fue la extensión del voto a las mujeres con lo que la sociedad política se hizo más plural e impulsó la sociedad de masas y la democratización de los Estados. El voto a las mujeres sería el primer paso para otros cambios como el fin de la familia patriarcal, la igualdad dentro del matrimonio o el control de la mujer sobre su propio cuerpo.

En otro orden de cosas, el desarrollo de una legislación laboral protectora será la base del intervencionismo del Estado en la vida social y el nuevo papel de los sindicatos y partidos obreros en la nueva sociedad democrática, sin los cuales no entenderíamos la llamada Sociedad de Bienestar que necesitamos defender de los que quieren hacerla desaparecer.

La democratización política, resultado del voto femenino cambiará profundamente la sociedad europea junto con la insorporación de sindicatos y partidos socialistas al propio sistema liberal democrático donde van a jugar un papel esencial en la construcción del Estado de Bienestar primero en los paises nórdicos y más tarde en los demás paises europeos. Por supuesto, la Gran Guerra también trajo los comienzos de la decadencia política de Europa en manos de Estados Unidos y la URSS, las críticas contra la democracia y el ascenso de los fascismos, pero las transformaciones sociales y culturales del periodo de entreguerras cambiaron nuestro mundo.