Este proyecto se aprobó por el Ayuntamiento en 1971 con el fin de facilitar el tráfico rodado en dirección este-oeste
Salamanca en 1971 fue un ciudad de grandes cambios. La estrechez extrema de la calle Prado, que aún podemos ver hoy día en su último tramo que la lleva a desembocar en la plaza de San Benito, y de la calle Juan del Rey, provocó su ampliación ante la necesidad de ejecutar el proyecto de vía del Rodeo.
Este proyecto se aprobó por el Ayuntamiento en 1971 con el fin de facilitar el tráfico rodado en dirección este-oeste, dejó como principal huella urbanística, al margen de los derribos de algunas calles, el trazado de la nueva calle, la calle de Íscar Peyra.
La calle Juan del Rey debe su nombre al canónigo de la Catedral de Salamanca, llamado así. Su antigüedad está probada por ser una de las calles que mandó empedrar el príncipe Juan, señor y gobernador de Salamanca, en la cédula expedida en Burgos el 15 de febrero de 1497.
La calle Prado parece referirse a una característica física del lugar, muy probablemente reminiscencia de los tiempos de la repoblación medieval, que fue establecida por medio de colaciones o parroquias separadas entre sí por grandes espacios vacíos dedicados al cultivo, prados o tierras yermas.
Fotografía y textos extraídos de Salamanca en el ayer.
Imagen de los derribos de las calles Prado y Juan del Rey (José Núñez Larraz, 1971)
Esperanza Vicente Macías