Se corrieron dos vacas y un novillo que divirtieron al personal hasta la llegada de la novillada prevista esta tarde
En Mieza enfilan ya el final de sus fiestas en honor a la Virgen del Árbol, y lo hacían este domingo con el encierro de dos vacas y un eral de la ganadería de Eduardo Martín Cilleros, un festejo animado por las peñas y la charanga La Clave.
A modo de 'toro de cajón', las novillas salían de una en una por la calle La Ortiga dirección al coso, aunque se mantuvo la puerta abierta para una mayor animación del festejo, dando lugar a una carrera más por la calle. El último en salir fue el novillo, que impuso más respeto y emoción cuando embestía sobre las vallas o algún valiente se atrevió a algún corte.
Y sin más incidencias, el encierro finalizaba para dar paso esta tarde a una novillada con la lidia de dos erales de la misma ganadería por el alumno de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, Pablo Jaramillo, para seguir con una capea y una verbena en la noche con el grupo Musical Compass.
Tras el final de las fiestas, para el 16 de septiembre se espera la degustación de carne de novillo en las escuelas.
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