MIEZA | Los dulces de almendra fueron ofrecidos por Elisa Calvo, Julia Cifuentes, Ángela Hernández, María Hernández, Prudencia Sánchez y Yolanda Pascua
La tradición de las Madrinas se vive con intensidad en Mieza, y así se manifestaba este sábado por la tarde, pues a pesar de la lluvia, nadie quiso perderse uno de los momentos más especiales de las fiestas. Este año, hasta seis roscas de almendra, auténticas obras de arte, fueron entregadas a la Virgen del Árbol.
Pero antes de este arraigado momento entre los miezucos, el día grande de estas celebraciones comenzaría en la mañana con la procesión de la Virgen desde la ermita a la iglesia parroquial, acto al que seguiría la misa y el correspondiente convite ofrecido por el Ayuntamiento y que estuvo precedido por el homenaje que el Ayuntamiento tributaba en nombre de todos los vecinos a las personas de mayor edad de la localidad, y que recibieron una placa en recuerdo de este día.
Ya en la tarde tendría lugar el rosario, para continuar con la popular ofrenda de roscas a cargo de las madrinas, que en esta ocasión fueron seis las que ostentaron ese puesto, Elisa Calvo, Julia Cifuentes, Ángela Hernández, María Hernández, Prudencia Sánchez y Yolanda Pascua.
Bajo el pasacalles interpretado por Lucidio Calvo 'Luci', el alcalde de la localidad, Ismael García, luciendo el bastón municipal, acompañaba al mayordomo de este año, Antonio Pascua, para recibir a cada una de las madrinas en la calle Osario. Con el saludo a modo de reverencia comenzaba el pasacalles de regreso a la plaza, para concluir con la ofrenda de sus roscas a la Patrona, acto en el que cada Madrina se hace acompañar de su familia.
Con el ofertorio finalizado comenzaba el baile de la rosca, danza tradicional de este día junto al baile de la bandera. En esta ocasión, interpretada por Azucena Sánchez y Macario Carreto, un clásico en este acto y que tuvieron a 'Luci' a los mandos de la gaita y el tamboril. Tras finalizar el tradicional baile de casados llegaba la bandera, danza que fue interpretada por no pocos vecinos, y a la que cada año se van sumando mujeres y niños, lo que garantiza que esta tradición se siga manteniendo durante mucho tiempo. Cada cual hizo su propia interpretación de las notas que salían de la gaita y el tambor del tamborilero de Barruecopardo, pero la intención y la voluntad es lo que cuenta.
Una vez se dio por finalizado el baile de la bandera, se procedió a la tradicional subasta de las seis roscas, las cuales alcanzaron un total de 495 euros, llegándose a pagar por la última hasta 135 euros después de una reñida puja. Tras este acto, le seguiría la procesión de la Virgen de regreso a la ermita del cementerio donde. La jornada festiva concluirá en la noche con una verbena amenizada por orquesta Musical Sándalo.
Para mañana domingo el programa recoge un encierro con dos vacas y un novillo de Cillero, para continuar en la tarde con una novillada con dos erales de la ganadería de Eduardo Martín Cillero, de San Pedro de Rozados, subvencionada parcialmente por la Diputación Provincial, por el novillero de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, Pablo Jaramillo. Al terminar la novillada se lidiarán las vacas y el novillo del encierro por los aficionados. La jornada concluirá con una verbena a cargo de Musical Compass.
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