“Que los investigadores se marchen un tiempo fuera es imprescindible, el problema es cuando no...

Pablo García Jambrina, doctor por la Universidad de Salamanca, es uno de los cinco investigadores que forman parte del programa de atracción del talento, financiado por el Ayuntamiento de Salamanca con 2,5 millones durante tres años. El zamorano, de 35 años, que se ha incorporado al departamento de Química-Física de la USAL, ha trabajado en el departamento de Química Física Aplicada de la Autónoma de Madrid en las áreas de investigación de Biología celular y Química. Anteriormente, pasó por la Complutense, trabajó más de dos años en el Reino Unido y regresó a la Complutense, para conseguir una plaza de profesor ayudante en la Autónoma de Madrid.

¿Qué le impulsó a presentarse a este programa?

Varios factores, por un lado las condiciones son prácticamente inmejorables, no hay muchos programas así. Creo que es el único de España que apuesta tanto por los jóvenes, es una oportunidad para crear tu propio proyecto de la nada, con libertad de temas, flexibilidad y una cuantía importante. En cuanto vi las condiciones, encantado. Y, por otro lado, he pasado algunos de los mejores años en Salamanca y la posibilidad de volver siempre era un atractivo para mí porque la calidad de vida es muy alta. Es muy de agradecer el esfuerzo de la ciudad para poner en marcha este programa, aunque no tenía esperanza en ser elegido, fue una sorpresa para mí, al principio no me lo creía. Demasiado bonito para ser verdad.

"El objetivo es descubrir esos mecanismos de reacción de enzimas que pueden conducir al descubrimiento y diseño de nuevos medicamentos"

¿En qué se centra su proyecto investigador?

A lo largo de mi carrera he trabajado en dos ramas, soy computacional y hago simulaciones con ordenador, siempre me he movido entre la Física, la Química y la Biología. En este proyecto he intentado unir las dos ramas de investigación en las que he trabajado, una que involucra cálculos más precisos que se suelen utilizar en sistemas más pequeños de interés atmosférico y astroquímico y otra que involucra cálculos menos precisos en sistemas más grandes de interés biológico. Siempre que hablamos de reacciones químicas en un sistema biológico están catalizadas, lo que quiere decir que hay una proteína que acomoda las moléculas que van a reaccionar y hace que los requerimientos energéticos para que tenga esa reacción sean menores.

Investigaciones encaminadas a su aplicación en Medicina.

Sí, sería para su aplicación en la Medicina para el desarrollo de nuevos fármacos o también para el desarrollo de nuevos materiales. Quiero estudiar e investigar las reacciones que en principio no tendrían que tener lugar porque involucran un cambio de spin. Algo, que salvo que haya metales pesados, tendría que ser un proceso muy lento, muy poco frecuente; sin embargo, este proceso se da y no sabemos cómo. Trato de entender qué tienen esas proteínas en particular para que puedan catalizar esos procesos de manera que se puedan modificar. Conocer qué parte específica de la proteína acelera la reacción y actuar sobre esa parte para impedirla o promocionarla. El objetivo es descubrir esos mecanismos de reacción de enzimas que pueden conducir al descubrimiento y diseño de nuevos medicamentos.

El programa son tres años.

Es cierto que en cualquier progreso de investigación se ve a muy largo plazo, pero en los proyectos, cada cierto tiempo hay que ir dando resultados y realizando avances y solicitando más presupuesto para continuar con los progresos. Tres años es un tiempo razonable, similar al establecido en otras convocatorias.

¿Cómo realiza sus investigaciones?

Somos computacionales, los cálculos los realizamos con superordenadores, porque son muy pesados y de otra forma tardaríamos décadas en tener los resultados. Los nuestros están ubicados en el Centro de Cálculo de la Universidad. El proyecto en el que estoy involucrado es puramente computacional, pero sí es cierto que después, para el desarrollo de un fármaco, por ejemplo, hay que ir a etapas posteriores en las que sí se probarían los fármacos en animales.

¿Investigador vocacional?

Sí. La investigación solo la puedes hacer si te encanta, si no te gusta, abandonas antes. De hecho, hay personas a las que les gusta pero implica muchos sacrificios, dedicarle muchas horas. Marcharte fuera a probar nuevas técnicas, aprender de otros. Las condiciones no son tan fáciles, a veces te desanimas... hay que tener mucha suerte para poder llegar. Yo he tirado muchas monedas y me van saliendo todas de cara.

"Creo que es el único programa en España que apuesta tanto por los jóvenes, es una oportunidad para crear tu propio proyecto, con libertad, flexibilidad y una cuantía importante"

¿Qué momento atraviesa la investigación?

Mi situación es increíble, como si te toca dos veces la lotería o el primero y el segundo. Pero no es lo normal. Siempre se habla de fuga de cerebros, pero un tiempo fuera es necesario, imprescindible y positivo. Si no sales de donde estás, no terminas de ser más que una copia más joven de otros. Ni mejor, ni peor, es aprender otras formas de trabajar, abre la mente. Que los investigadores se marchen fuera un tiempo es imprescindible. El problema es cuando no hay retorno y se invierte en la formación de muchos profesionales que después no se puede aprovechar.

¿Cómo está la Universidad de Salamanca en investigación?

El nivel de la universidad en investigación es muy alto. Como prueba, muchos compañeros que hicieron la tesis conmigo están trabajando en centros de investigación muy buenos, en Estados Unidos, Portugal, Italia, Inglaterra? hay personas formadas en esta Universidad muy buenas, eso quiere decir que se están haciendo bien las cosas. Nos vamos a trabajar fuera y nos quieren, con un nivel homologable al de cualquier otra universidad puntera. Es complicado volver pero fuera nos valoran.

Fotos: Alberto Martín