#YoTambiénSoyJuanaRivas o cuando a proteger a tus hijos lo llaman secuestro

Otra vez la justicia patriarcal revictimizando a otra madre que se siente sola, impotente, ante un sistema que no entiende ni reconoce a una víctima nada más verla, que no protege el "bien superior del menor" que ya, hasta ha perdido su significado de tanto usarlo en vano.

Si la Justicia se preocupara del bien del menor, antepondría el bienestar del menor a los derechos de cualquier adulto, y, ante una denuncia por malos tratos, resolvería primero esa denuncia y luego todo lo demás. Primero la seguridad de los niños y luego los derechos de sus padres.

Pero no, la denuncia implorando ayuda en España por malos tratos e Italia, se perdió entre los burocráticos cajones de la Justicia Internacional y nunca más se supo.

Y mientras ¿qué se supone que tiene que hacer una madre? ¿Separarse de sus hijos? ¿No es eso ya una forma de maltrato? ¿Qué clase de sociedad tenemos que arranca a unos hijos de su madre por las bravas? Denunciamos a Trump precisamente por eso, nos escandalizan las historias sobre bebés robados, pero cuando tenemos una denuncia por malos tratos nos importa un bledo el vínculo madre/hijo ¿Cuál es la diferencia entre unos casos y otros? Pues la diferencia no es otra que los derechos intocables de un hombre, aunque este hombre sea un maltratador confeso y condenado.

Pero por lo visto es que el problema es que Juana estaba mal asesorada, por lo visto, habría estado bien asesorada si hubiera puesto 51 denuncias como Ángela González. Y quizá ahora sus hijos estarían muertos como la hija de Ángela González.

Una abogada/tertuliana le ha preguntado que porqué no puso todo en manos de la Fiscalía de Menores. Ignoro la razón por la que no lo hizo (aunque creo que sí lo intentó), pero aunque fuera cierto que la asesora de Juana se equivocara, ¿por qué la Fiscalía de Menores no actuó de oficio? Quizá es que la Fiscalía de Menores no tenía ninguna noticia, no se había enterado de lo que pasaba; quizá es que ni un solo Fiscal de Menores en toda España vio en ningún momento la tele ni las redes sociales.

Quizá es que las mujeres seguimos estando solas ante la Justicia Patriarcal, quizá es que las mujeres seguimos siendo Evas: seguimos siendo las culpables de que el pobre Adán se comiera la manzana.

Si es una violación, es nuestra culpa porque no cerramos bien las piernas, o por la ropa que llevamos o por haber bebido o por intentar volver a llevar la vida que llevábamos antes; si es violencia de género, es que somos unas malas pécoras que ponemos denuncias falsas porque nuestro único objetivo en la vida es amargar a cualquier hombre que se nos acerque, ya sea la pareja que en algún momento fue estable, ya sea el ligue de una noche, al que después de una orgía no dudamos en denunciar por diversión. Por lo visto, nuestro principal divertimento es seducir a hombres para tener sexo, en manada a ser posible, para luego denunciarles y disfrutar con las humillaciones de policías, jueces y fiscales en público y en privado, sacando a relucir hasta nuestra primera papilla.

Si es por proteger a nuestros hijos se inventan nombres de síndromes imposibles como el de alienación parental, se nos acusa incluso de ser nosotras las maltratadoras y de convertir a los padres en meros cajeros. La sociedad hace unos años entendía que no hay nada peor que separar a un niño de su madre, y ahora puede que siga entendiéndolo siempre y cuando no haya un padre maltratador de por medio, en ese caso el sufrimiento de los niños ya nada importa, solo importan los derechos de ese hombre; que sea un maltratador, que los niños puedan acabar con un trauma de por vida, a la justicia patriarcal le importa un bledo.

Y lo peor es que hay una parte de la sociedad que opina lo mismo: hay quien dice que el maltratador de Juana no tiene por qué maltratar a sus hijos. También le dijeron a Ruth que la que se divorciaba era ella, no sus hijos.

Y aunque fuera verdad, aunque pensemos que este señor va a tratar a los niños con cariño, responsabilidad, comprensión y respeto, es que ¿separarlos por las bravas de su madre no es una forma de maltrato? ¿es que, que unos niños crezcan viendo como su padre maltrata y denigra a su madre, no es una forma de maltrato? ¿Alguien de verdad cree que un hombre que no puede tratar a una mujer con cariño y respeto va a tratar con cariño y respeto a los hijos de ella?

NO. UN MALTRATADOR NO PUEDE SER UN BUEN PADRE

NO. PROTEGER A NUESTROS HIJOS NO ES DELITO

#YoTambiénSoyJuanaRivas