Ofrecimiento de la mies

Todo aquí es esencial: el espacio, las formas, los colores (el dorado que al azul se hace entrega). Y todo se nos muestra en una plenitud que solo el verano propicia.

Esas pacas de las pajas, ya huérfanas de espigas, esa loma en que se hallan, ese ofrecimiento a los cielos, esa labor del hombre ya finalizada... todo nos está hablando de un trabajo bien hecho, gracias al cual los futuros panes se cocerán en los hornos... y todos comulgaremos con la bendición de la tierra.

José Luis Puerto / Foto de Ángeles Rebollo