Existieron en nuestra ciudad pequeños espacios, donde se compraba la prensa, chucherías y algo ya desaparecido, el cambio de libros y en especial de novelas y tebeos, que te entregaban al dejar otro ejemplar
Al comienzo del siglo XX surgen los primeros puestos dedicados a la venta de periódicos, al principio ligeros y precarios, construidos normalmente por una mesa de madera situada en lugares muy transitados.
Estos primeros puestos, pronto evolucionan a construcciones fijas de una superficie aproximada de unos seis metros cuadrados ubicados preferentemente en vías públicas. Espacios capaces de albergar y proteger de las inclemencias del tiempo tanto a las publicaciones como al propio vendedor.
Los quioscos antiguos de nuestra ciudad van desapareciendo al construir otros más modernos, propios de nuestros tiempos, pero hay algunos que nunca olvidaremos y que ya forman parte de la Salamanca de otros tiempos.
Existieron en nuestra ciudad unos kioscos muy particulares, pequeños espacios situados en varias esquinas del mercado, donde se compraba la prensa, chucherías y algo ya desaparecido, el cambio de libros y en especial novelas y tebeos que te entregaban al dejar otro ejemplar a cambio. Muchos son los que aún recordarán estos lugares que formaban parte del Mercado Central y que con su reforma también desaparecieron.
Todo va evolucionando quedando ya lejos aquellos pequeños kioscos, ahora las construcciones son más elaboradas con expositores, estanterías, cerramientos en forma de vitrinas, y soportes publicitarios. Todo ello contribuye para hacer más fácil su venta.