Festival Luz y Vanguardias. Ouróboros en la catedral

Las letras árabes (se leen de derecha a izquierda) se combinan con los números al parecer indios (se leen de izquierda a derecha) y bajan y suben por la mole gótica ?y punto barroca- de la Catedral Nueva. Bien es verdad que parece que bajan más deprisa de lo que suben, o más bien se despeñan en cascada incontenible, pero es una mera ilusión óptica, o un efecto secundario, meramente subjetivo, del pesimismo que reina en nuestra cultura después de que Nietzsche, hace más de cien años, anunciara que Dios ha muerto y profetizara el eterno retorno de lo mismo. Fijándose bien, se veía, aunque no tan claramente, que por doquier algunos caracteres ascendían trabajosamente un poco por todas partes. Tengo para mí que el superordenador que comandaba y generaba aleatoriamente (¿?) la proyección, en realidad era fiel a sí mismo, como no podía ser de otra manera, pues sus entrañas están formadas por chips en los que hay zonas magnetizadas positivamente y microespacios neutros, negativos a efectos prácticos. Y, como nadie da lo que no tiene y solo puede dar lo que tiene, el ordenador nos daba el ouróboros, la serpiente o dragón que se muerde la cola y se devora a si misma por un extremo, mientras por otro se regenera indefinidamente en un juego de suma cero para volver a empezar en el eterno retorno de lo mismo.

Era un espectáculo sin duda atractivo y más atractivo todavía porque estaba enmarcado en una música suave, serena, sin estridencias, que ayudaba a contemplar el eterno proceso que se desarrollaba ante nuestros ojos?y oídos, que al parecer la música tiene un efecto totalizante en nuestro cerebro.

Muy bonito, pero en sustancia nada moderno, como el comisario del Festival nos anunciaba en el cartel ?luminoso por supuesto- que intentaba explicar la obra y manifestar las intenciones del autor: "se crea una 'gnosis' digital". Nada nuevo bajo el sol; esto ya lo habían dicho los de Podemos hace dos o tres años en sus camisetas y antes de ellos algún novelista inglés que, harto del Deísmo obligatorio, espiritualmente congelado, hacía una excursión por las fuentes europeas del paganismo; no sé si ese autor era masón o no, pero los masones también utilizaron eso de la 'gnosis', que como es sabido conduce a que una ínfima parte de la Humanidad esté en posesión de los secretos arcanos del Universo mientras el resto, pobres analfabetos funcionales, proletarios de la inteligencia, no nos jalamos un barquillo; de esa 'fuente' de pretendido Conocimiento intentaron beber los alquimistas de la Edad Media, con resultados pobres de todos conocidos, aunque claro, con tanto experimentar para conseguir la piedra filosofal, alguna cosilla descubrieron de rebote. Esa forma de intentar escabullirse del esfuerzo del concepto, como diría Hegel, es más vieja que la pana y ya San Juan, el Evangelista, que hay muchos sanjuanes, pelea a brazo partido contra ella en su Evangelio, allá por el final del siglo I o comienzos muy primeros del II.

San Juan enfrenta a la Gnosis dos hechos que nadie de su época se atrevería a dudar precisamente porque eran duros de aceptar: la muerte de un Justo en la Cruz, con su consiguiente entierro, y la aparición de ese mismo sepulcro?vacío al tercer día. El Comisario de la Exposición decía en el cartel luminoso que "Ouróboros" era "una iluminación mística de la era internet". Lo curioso es que se proyectaba sobre un espacio, la catedral, que es un monumento precisamente a lo contrario, un monumento al Plan de Salvación de Dios, que tiene una concepción del tiempo mucho más lineal, pues aunque retornan cada año las fiestas litúrgicas, el movimiento hacia la Parusía, hacia la recapitulación de todas las cosas en Cristo, es imparable, desde la Creación hacia la Nueva Creación inaugurada en Cristo resucitado del sepulcro. Por su parte la Ciencia, con la que tantos rifirrafes tuvo antaño la Teología, está más cercana a la mística bíblica del tiempo ?lineal-, que a la del mito del Ouróboros ?circular-, que se ha demostrado claramente insuficiente para explicar la realidad.

Es posible que, cuando la Ciencia se libere de la dictadura tecnológica de los ordenadores actuales y pueda ayudarse de otras formas de memoria y de análisis (cuántica, modal, valorativa), prestará un gran servicio a uno de los más grandes anhelos de los seres racionales: la libertad?porque ejemplos de encapsulamiento cibernético de la libertad hemos tenido unos cuantos este mismo año. Y si no ¿por qué tuvo que comparecer el Sr. Mark Zuckerberg en el Parlamento Europeo? ¿Por qué tuvo que pedir disculpas?