Coronas blancas

Recorred las dehesas salmantinas en primavera. Hallaréis siempre charcas, con sus espejos líquidos. Y, coronando las aguas quietas, un tejido circular florecido, para celebrar en silencio el renacimiento de la vida.

Coronas blancas, que siempre nos han fascinado. Como si quisieran subrayar esa sacralidad del mundo natural, de una naturaleza, siempre ahí, pero siempre cambiante.

Coronas blancas para celebrar el mundo. Mirad los árboles, la vaca en su reposo, las paredes que acotan el espacio. Coronas blancas. Porque las aguas proporcionan la vida.

José Luis Puerto / Foto de Ángeles Rebollo