‘Vivir es malo para la salud’

"Ha muerto Jacques Brel. La muerte del popular cantante belga, ocurrida durante la madrugada del lunes en un hospital en París, provoca casi un duelo nacional en Bélgica. La radio y la televisión modifican sus programas. Miembros del Gobierno expresan su pésame y dolor", informaba El País.

"Nos miran las ventanas de París, nos miran desde el interior de cualquier casa de la Bruselas en blanco y negro". Jacques Brel, el mirón observado, el observador en el escaparate. Ciudadano vigilado por sus amantes, por sus ciudades y por sus ciudades amantes. París, Bruxelas, Brujas, Mar del Norte, ventanas para sufrir y disfrutar la vida. Jacqui, infancia burguesa y católica; cuidadosa educación que le va a clasificar en la categoría privilegiada de? "aquellos que han tenido la suerte de aprender en su infancia todo aquello que no les servirá para nada".

Jacques Brel habría cumplido en abril 89 años, pero el cantautor, actor y cineasta belga murió en 1978 sin haber sumado siquiera los 50. Unos años antes de su muerte un periodista le inquirió? "Beber y fumar son malos para la salud, señor Brel". Y él respondió? "Vivir es malo para la salud".

Para aquellos que estudiamos el francés como primera lengua extranjera, empezábamos a admirar la sutileza de los cantautores y ligábamos con les filles françaises , el autor del "Ne me quitte pas" dejó impronta. Canciones románticas, inconformistas, para reivindicar al cantautor rebelde.

Quand on a que l'amour, toda la fuerza del amor en las manos. Tropiezos con las mujeres, de brazos en brazos femeninos, entre la condición del solitario, la ética del soltero y la necesidad del sexo en forma de mujer. Al otro lado, un canto a la ternura? "Una cierta calidad de calor que va más allá de la sexualidad, siendo desinteresada e incapaz de cálculos; el único valor seguro en el mercado de los sentimientos".

Juegos de fantasía, esa dama inseparable de Jacques Brel, tarjeta de visita y uno de los principales elementos que amenizan su obra y su vida. "¿Qué mejor manera de sortear la amargura y de neutralizar la adversidad que con ella? Con ella nacemos, vivimos y con ella volvemos al recuerdo de la infancia".

Y en las antípodas, un homenaje sublime: "Viejos, islas en el vértigo urbano? ¿Quién se acuerda de los mayores? Aprender a envejecer en las bases de la experiencia".

Y del país de la infancia al país de la ausencia. Su melodía se consume a grandes pasos. Próximo encuentro con la muerte. "La Mort", "Le Moribond". "La muerte me espera como una solterona. ¿Qué hay detrás de la puerta? Angel o demonio, pero delante de la puerta estás tú, con tus manos claras que deberán cerrar mis ojos". Viaje al sobrecogido encuentro con el futuro, al reencuentro de los vacíos amorosos, al tabaco y a la cerveza, ¡que a usted no le convienen Brel!, al cáncer de pulmón y a las Islas Marquesas buscando el último paraíso perdido al lado de Meli, su entonces compañera.

Epílogo de sus grabaciones en París. Brel ya no espera, desespera. El 9 de octubre de 1978 llega su hora. En el número 39 de la Avenue du Diamant, en Bruselas, reza inerte una dedicatoria póstuma: "Aquí nació Jacques Brel. Cantó al país llano, a los viejos, a la ternura y a la muerte. Afrontó la vida con dignidad, y el poeta aún vive".

Numerosos actos proclaman este año la memoria del hombre que convirtió en arte sus letras mezclando sentimiento y talento, ante el convencimiento o la ilusión de que, a cuatro décadas de su muerte, Jacques Brel no nos ha abandonado.

AMADOR VICENTE