San Sebastián vive uno de sus picos de compañía de los últimos años en una soleada jornada

Ciudad Rodrigo procesionó en la mañana del sábado a su patrón, San Sebastián, en una jornada que se inició nublada y con bastante frío, pero que justo en el momento en que la imagen del Santo salió de la Catedral hizo acto de presencia el sol, empezando a subir rápidamente la temperatura de tal modo que la mañana acabó siendo muy agradable en lo que a la meteorología se refiere.

Gracias a ello, hubo bastantes mirobrigenses siguiendo el paso de la procesión, especialmente por la zona de La Glorieta, Lorenza Iglesias y San Cristóbal, 'uniéndose' a la que ya había de por sí en el desfile. Aunque siempre es difícil hacer comparativas de un año para otro, parece que este año San Sebastián ha vivido un pico de compañía, favorecido por el hecho de que este año la festividad ha caído en fin de semana, lo que ha facilitado la asistencia de mirobrigenses que viven fuera.

La larga mañana de fiesta comenzó con la reunión en la casa de José y Carlos Sánchez-Vasconcellos, mayordomos de este año junto a otros dos familiares, José Luis y Rodrigo Aparicio Sánchez-Vasconcellos. Con la compañía de los responsables de la Cofradía, se dirigieron hasta la Casa Consistorial para recoger a la Corporación Municipal.

Este año participaron en estos actos el alcalde Juan Tomás Muñoz, y los concejales Joaquín Pellicer, Carlos Fernández Chanca, Cristian González, Begoña Moro, Marcos Iglesias, Carolina Paniagua, José Manuel Jerez, Ramón Sastre, Beatriz Jorge Carpio, Jesús Sánchez Agudo y Miguel Matías Rubio. A nivel de autoridades también estuvieron presentes el Jefe de la Policía Local, Narciso Caridad, y como invitado especial, el Director General de la Guardia Civil, José Manuel Holgado, que es originario de El Cubo de Don Sancho.

Todos ellos se dirigieron a la Catedral para asistir a la solemne Eucaristía presidida por el Obispo Raúl Berzosa. En su homilía apuntó que "San Sebastián nos enseña que una verdadera y fecunda transformación tiene que comenzar cambiando en profundidad el corazón humano". Asimismo indicó que "quienes hemos descubierto la alegría de la fe, del amor cristiano y de la esperanza, no podemos permanecer de brazos cruzados ante nuestros hermanos sufrientes".

De igual modo, remarcó que la Iglesia "siempre ha querido estar presente en dos orillas: por un lado, en los lugares donde se mueve el corazón de una sociedad y donde se crea una cultura propia, y por otro lado, con los más necesitados". En el tramo final de la homilía, Berzosa apuntó que de cara al año que viene habrá que pensar si es necesario dejar la novena en honor al Santo en sólo un triduo debido a la baja asistencia.

La procesión

A continuación, dio arranque la procesión, siendo sacada la imagen de San Sebastián de la Catedral por los Bomberos Voluntarios, cogiéndola durante el trayecto varios mirobrigenses (esta vez no hubo incidentes como en la procesión de Subida).

La comitiva se dirigió por Cardenal Pacheco hasta la Plaza Mayor, donde ésta vez sí sonó el Reloj Suelto al paso de la imagen de San Sebastián, que tomó la calle Madrid, donde se habían movido ligeramente las vallas de la obra de su parte central para que se pudiera pasar sin problemas. Justo a la altura de la bóveda de la Puerta del Conde, se pudo ver la tradicional guerra de bolas de anís que es propia de esta jornada.

Continuando por un Registro parcialmente preparado para el Carnaval, San Sebastián bajó hacia la Glorieta del Árbol Gordo, cruzó el Parque de La Glorieta por su paseo central, y tomó las calles Lorenza Iglesias y San Cristóbal para alcanzar la Iglesia de San Cristóbal de donde salió 13 días antes. Antes de ser introducida la imagen, hubo una novedad: los integrantes de El Roble Charro y El Botón Charro participantes en la procesión ofrecieron un baile en honor al Santo al ritmo marcado por un tamborilero. A continuación, la Banda de Música tocó el himno de España (como ya había hecho a la salida).

Dentro del templo (donde acababa de concluir una eucaristía), el párroco Rafael Caño recibió a la comitiva, dando a besar la reliquia de San Sebastián a todos aquellos que quisieron, siendo el primero en besarla el Obispo de la Diócesis Raúl Berzosa, quién estuvo acompañado en materia religiosa por dos integrantes del Cabildo Catedralicio: su presidente, Ángel Martín Carballo, y Nicolás Martín Matías.

Ya sin la imagen del Santo, comenzó el camino de vuelta hacia el centro histórico, encabezado como siempre por los redoblantes y por el pendón de la Cofradía. En este camino de vuelta, hubo una pequeña novedad: debido a la zona vallada de la Plazuela del Conde, la comitiva no pasó por la misma, sino que se introdujo por la calle Cadimus para seguir por la calle Cáceres en dirección a la Catedral, donde se quedaron los miembros del Cabildo.

La siguiente parada fue el Palacio Episcopal, donde el Obispo se despidió lanzando vivas a San Sebastián, Ciudad Rodrigo, a todos los cofrades y a todos los presentes, que fueron seguidos por un Viva al Obispo. Desde ahí, y por la calle Talavera, se acudió hasta la Plaza Mayor, donde se quedó la Corporación Municipal, de quién se despidieron los mayordomos y la Banda de Música (que se marchó al ritmo del Forastero). La parada final fue el lugar donde había arrancado la mañana en la casa de los mayordomos en la calle General Pando, donde se despidieron de los asistentes que todavía quedaban.