Regalar Navidad

Estamos en una época supuestamente feliz, y digo \"supuestamente\" porque en medio de este festival de luces, comidas desmesuradas en muchos casos, y regalos aún más desproporcionados en demasiados casos, mucha gente \"sufre la Navidad\": están solos en medio de tantas músicas, luces y alegría. Otros no pueden menos que añorar las Navidades pasadas entre los que ya no están porque se fueron antes que nosotros o están lejos. En demasiadas veces lejos por un \"aquel\" o un \"no se sabe qué\" sin que nadie lo recuerde, más desde entonces se terminó la familia, los amigos... ¿y cómo no echarlos en falta en Navidad? Pero, y es cierto, estamos rodeados de miles y miles para los que la Navidad es una época triste, cuando no intentan pasarla

aparentando la mayor indiferencia para evitar el dolor de otra Navidad solos. No tiene que ser por carencias materiales o por falta del dinero, la razón se llama Soledad. En tantas ocasiones la Navidad la pasamos con \"Soledad\". ¿Será por eso que pueda ocurrir que alguien desaparezca en nuestro rellano, en nuestra escalera y nadie le eche en falta? ¿Es posible que seamos tan insensibles que gran parte de la población salmantina o española viva sin una conversación, una palabra, un mínimo afecto...? Para muchos existiría Navidad si pudieran pasarla con alguien, comer con alguien, o, al menos, hablar simplemente. Si esto fuera posible para muchos volvería a haber Navidad. Para estos en soledad volvería a sonreír el Niño bajo el portal.