CIUDAD RODRIGO | La noche fue fría, como quedó reflejado en algunos vehículos aparcados al aire libre
Un año más, la noche de Nochebuena fue muy larga para varios cientos de mirobrigenses, la mayoría de ellos jóvenes, que salieron a recorrer los bares ?que no tenían horario de cierre- tras haber disfrutado de la cena más especial. Como viene siendo habitual, la Nochebuena volvió a ser el gran momento de los reencuentros con amigos que ahora viven lejos de Ciudad Rodrigo y que retornan a casa al menos por unas horas para no faltar en las reuniones familiares.
Para empezar la noche, algunos de esos jóvenes se cruzaron a la hora de dirigirse a los bares con las personas que iban en dirección a las iglesias donde hubo misas del Gallo justo a medianoche, como San Cristóbal o San Andrés, algo que por ejemplo no hicieron este año en Fátima, donde adelantaron la celebración para comodidad de los fieles.
Para muchos jóvenes, la ruta nocturna fue muy larga, con una ausencia respecto a años anteriores, La Glorieta, que no abrió sus puertas durante la noche. De este modo, el punto fuera de murallas donde se concentraron más jóvenes fue el Yoanna Irish Pub, que de forma novedosa contó un DJ, DJ Yayi. En el variado repertorio que hizo sonar a lo largo de la noche no faltó La Campana Gorda, sintiendo muchos jóvenes el cosquilleo ante la cercanía del Carnaval (tomando como referencia el Día de Navidad, sólo quedan 46 días).
A mitad de la noche, la actividad se empezó a concentrar en el centro histórico, con buen ambiente en los lugares habituales de referencia tanto de la calle Toro como de la zona de La Colada en lugares como El Patio, La Tertulia, el Excalibur o para rematar la noche, el Small's. Aunque la noche fue fría (como se reflejó en las lunas de unos cuantos coches), no hubo problemas de lluvia, por lo que los establecimientos también tuvieron movimiento a sus puertas.
Pese a que estamos en el momento del año en que los días son más cortos, y por lo tanto tarda más en amanecer, numerosos jóvenes llegaron 'sin problemas' a ver la claridad del día, en este caso presidida por las nubes en el cielo, que no se marcharon en todo el Día de Navidad chispeando incluso en varios momentos. Antes de regresar definitivamente a casa, algunos optaron por llenar el estómago desayunando churros.
Después de una velada tan larga, como es lógico quedaron algunos restos ?aunque no demasiados- en las calles mirobrigenses en la mañana del lunes, como por ejemplo varias copas a las puertas de establecimientos o incluso abandonadas en un banco en la Plazuela del Conde. Hay que reseñar que en esta jornada ha habido recogida de basuras.