Casa Samuel, el hogar de los que luchan contra el SIDA
Al equipo de profesionales se suma una veintena de voluntarios realizando una incuestionable labor de acogida y ayuda a las personas con infección por VIH y en situación de vulnerabilidad social
Desde que en 1982 se diagnosticara el primer caso de SIDA en Castilla y León han sido muchos los logros conseguidos, especialmente en los tratamientos médicos que han conseguido que a día de hoy sea una enfermedad crónica controlable. Pero aún quedan retos pendientes. Las personas con infección por VIH continúan expuestas a situaciones de discriminación. La falta de información y los falsos mitos sobre la enfermedad son los principales obstáculos en la lucha contra el SIDA. Con información, el SIDA se puede prevenir y, como reza el mensaje del Día Mundial del Sida, se #TransmiteRespeto.
La enfermedad por VIH puede tener severas consecuencias sobre la salud física y emocional, tanto por la propia enfermedad como por trastornos asociados, máxime cuando la padecen personas en situación de vulnerabilidad al carecer de recursos y apoyos. Muchas de estas personas, a lo largo de sus 23 años de incuestionable labor, han encontrado un hogar en Casa Samuel, una casa con cimientos de generosidad, un recurso de acogida de Cáritas Diocesana de Salamanca. En 1994 Cáritas inauguraba la primera casa de acogida de Castilla y León para personas diagnosticadas con VIH y en situación de vulnerabilidad social, lo que dificulta seguir el tratamiento médico adecuado y afrontar la recuperación.
Atención y apoyo a los residentes
Actualmente la Casa Samuel acoge a 12 residentes, con una media de edad en torno a los 50 años, y por primera vez desde que abriera sus puertas con mayor número de mujeres que de hombres. La estancia varía en función de su estado de salud y su situación social. Junto al equipo de profesionales, más de una veintena de voluntarios colaboran en las tareas y actividades de apoyo a los residentes de Casa Samuel. "Intentamos dar respuesta a los problemas de cada uno", cubriendo las necesidades básicas, socio sanitarias y psicoafectivas durante el proceso de recuperación personal. Cada residente en función de sus posibilidades participa en las actividades relacionales, ocupacionales, formativas, con el fin de recuperar el mayor grado de autonomía posible y, si es viable, poder salir de la casa para vivir de manera independiente.
Cada esfuerzo es un paso adelante, y en este camino, no siempre fácil, encontrarán la mano tendida de Cáritas Salamanca, de los voluntarios que aseguran que "te llevas más de lo que vienes a dar", y las puertas de Casa Samuel siempre abiertas, donde estos días además recibe al visitante un gran lazo realizado por los residentes para recordar que la lucha contra el SIDA es labor de todos.
Rompe los mitos sobre el VIH
El virus no se transmite en ningún caso a través de besos, abrazos, caricias, darse la mano o tocarse; por medio de lágrimas, sudor, saliva, tos o estornudos; usar objetos de uso común (teléfonos o cubiertos), ropa o alimentos; de compartir duchas, lavabos, aseos, piscinas, instalaciones deportivas, centros laborales, colegios, establecimientos públicos o cualquier otro lugar; a través de animales, mosquitos u otros insectos; ni por medio de recibir o donar sangre en países, como España, en los que estos procesos están adecuadamente controlados.