“Un centro de día mayor y mejorar la accesibilidad del centro La Cañada son nuestros objetivos...

Víctor Jiménez es el nuevo presidente de la Asociación de Personas con Autismo y/o Trastornos Generalizados del Desarrollo, Ariadna, desde hace apenas dos semanas. Una responsabilidad que asume con "ilusión y con ganas" y con dos objetivos importantes: conseguir un centro de día mayor y mejorar la accesibilidad del centro La Cañada, que no cuenta con ascensor. La renovada junta directiva de la asociación, en marcha desde 1992, la integran también Carmen Calvo como secretaria; Neftalí Vicente, tesorero y Moisés Durán, vocal. La actividad de la Asociación, con casi 40 familias, tiene como fines, entre otros, promover el bienestar y la calidad de vida de las personas con trastorno del espectro autista para lograr la máxima integración, como destaca Víctor Jiménez, padre de un niño autista.

¿Qué le ha impulsado a asumir este reto y responsabilidad?

Después de dos años, tocaba relevo en la junta directiva, he formado parte de la misma en los últimos seis meses y pensé que era imprescindible que alguien tomara el mando. No había candidatos y me postulé. Elegido el presidente, el resto de miembros de la directiva resulta más fácil. Y lo asumo con ilusión y con muchas ganas de trabajar.

¿Qué objetivos se ha marchado para los próximos años Ariadna?

Tenemos una necesidad imperiosa y urgente, contar con un centro de día con suficiente espacio, acorde a las necesidades. Ahora, el local con el que contamos, -centro de día Los Cedros, cedido por el Ayuntamiento en la calle Juan de Garay-, se nos queda pequeño porque son 160 metros cuadrados y ahí atendemos a siete chicos y el próximo año contaremos con otros dos. Un centro de día de 450-500 metros con visión de futuro, porque, por desgracia, cada vez son más las personas a las que debemos atender.

"Los chicos necesitan socializarse, integrarse en la sociedad y contar con habilidades y herramientas que les permitan su vida exterior"

¿La falta de recursos suficientes es una de las principales preocupaciones para Ariadna?

Efectivamente, y en nuestro caso, el autismo, es más exigente. Se necesitan más profesionales, más terapeutas por usuario.

¿Cuántas personas hay en el centro La Cañada?

Ahora hay 29 usuarios en el colegio, de los primeros años de escolarización hasta los 21, y trabajan más de 20 personas. A partir de los 21 años, la Consejería no tiene reglada la asistencia a un colegio de educación especial, hay que pasar a un centro de día. Los chicos crecen, se incorporan más usuarios y necesitamos un centro de día adecuado para su atención, porque realizan talleres y numerosas actividades formativas.

"En Salamanca no hay ninguna residencia específica con profesionales especializados que atienda a adultos autistas, es un problema"

¿Cómo es el día a día del centro?

Las clases empiezan habitualmente de 9.30 a 17.00 horas. Después, Ariadna ofrece otros servicios, como el SEPAP, de autonomía personal. Son otras actividades que también ayuda, porque los chicos necesitan socializarse, integrarse en la sociedad y contar con habilidades y herramientas que les permitan su vida exterior. Entre estas actividades están la natación, aprender a vestirse o a cruzar un paso señalizado con semáforos.

Con el objetivo de alcanzar la mayor autonomía posible.

Ese es el objetivo, la plena inclusión y ser lo más autónomo posible. Es lo que quiere cualquier padre y terapeuta. En el caso de las personas con autismo es más difícil llegar a alcanzar esa autonomía y esas habilidades sociales.

¿Qué pasa cuando una persona con trastorno del espectro autista se hace mayor?

Es un problema porque en Salamanca no hay ninguna residencia específica con profesionales especializados. Está Asprodes, que tiene residencias, pero no específicas para nuestros chicos, aunque nos atienden perfectamente con medios e infraestructuras. Es otra de las demandas de la asociación, una residencia para adultos, otro objetivo a medio plazo.

Fundamental el trabajo de terapeutas, logopedas, educadores, psicólogos, y profesionales en el centro.

Efectivamente, por eso en las aulas hay pocos alumnos, hay cinco-seis, aunque deberían ser menos, con un tutor y personal de apoyo especializado.

¿Se ha avanzado en el diagnóstico del autismo?

Es absolutamente fundamental diagnosticar en los primeros años de vida, porque es la manera de ir reconduciendo y aplicando las terapias adecuadas. Si no se diagnostica a tiempo, no se trabaja en la dirección adecuada y es clave para aplicar los recursos.

¿Se sienten respaldados por las administraciones?

Siempre nos parece poco, se puede hacer extensivo a cualquier asociación. Tenemos demandas y necesidades muy específicas, como la transformación de nuestro colegio, cuyo edificio pertenece al Ayuntamiento, para facilitar la accesibilidad adecuada. No cuenta con ascensor y eso impide acceder a algunos proyectos. ¿Nos apoya? Sí, pero necesitamos más. Nuestras demandas siguen existiendo y son muy importantes, un centro de día más grande y un ascensor para el colegio, que costaría 60.000-80.000 euros. Para nosotros es muy importante.

Fotos: Adrián Martín