1-O ¿resultado final?

Podría parecer que el título hace referencia al resultado provisional de un partido de fútbol en el que el equipo local goza de una ligera ventaja, pero nada más lejos de la realidad, se trata de otra de esas fechas que, según algunos, los españoles deberemos recordar junto a las muy numerosas que cuajan nuestro calendario.

1 de octubre de 2017, ese es el día señalado por la Generalitat de Catalunya para celebrar un referéndum en el que sus ciudadanos decidirán con su voto si quieren constituir un país independiente, una decisión que la mayoría del gobierno soberanista catalán ya tiene tomada. Estamos ante una consulta ilegal en todos y cada uno de sus extremos, pero que es sin duda el gran tema de actualidad para medios y sociedad en general ya que apenas se oyen hablar de otras cosas.

Yo debo reconocer que me cansa tanto ruido. No por el fondo del hecho en sí mismo, grave sin duda alguna, sino por los argumentos que unos y otros proclaman sin cesar como si de una letanía impuesta por la disciplina de partido se tratara. Argumento reiterativo, manidos, que nada nuevo aportan, pues en su mayoría son falsos, cuando no tendenciosos o malintencionados. Un asunto complejo que se debe analizar por partes y sin estridencias.

Los partidarios del sí a la independencia acusan al gobierno de la Nación de amenazas, pero el cumplimiento de la ley nunca puede ser una amenaza, salvo para los delincuentes claro está. El gobierno catalán dice cumplir el mandato que el pueblo catalan le a dado, pero a través de leyes que ellos mismo han redactado y aprobado en contra de otras de rango superior como las de ámbito nacional y europeo. Representantes de la Generalitat señalan que su decisiones están sustentadas en el Estado de Derecho, pero olvidan que el pilar principal de dicho Estado es, precisamente, el respeto de las leyes. No, no hay dos legalidades, sólo una y si es preciso cambiarla deberán hacerlo los organismos competentes utilizando los mecanismos establecidos.

"El Estado de derecho debe ser reconocido por todos los partidos políticos. Ellos no deben aconsejar nunca violar la ley, ni alentar a hacerlo, incluso cuando están en total desacuerdo con la legislación presentada por el gobierno de turno". Palabras de James Callaghan, Primer Ministro del Reino Unido de 1976 a 1979 y líder del Partido Laborista, y en estos temas los británicos tiene experiencia.

La democracia es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía y en democracia las formas son importantes como los fondos. En la cuestión del referéndum, el deseo de realizarlo es el fondo y la forma es el modo en que debe celebrase. Puede que el fondo sea legítimo, pero la forma en que se pretende celebrar es ilegal. Que el gobierno del Partido Popular haya cometido el grave error de no enfrentar las demandas de una parte importante de los catalanes (tampoco lo hizo el Partido Socialista), no legitima a los independentista a violar la legalidad vigente. Comparar la situación actual de Cataluña con la existente en los tiempos de la dictadura franquista es absurdo.

El otro día escuche decir a un miembro de la CUP (Candidatura de Unidad Popular) que en ciertas situaciones es legítimo incumplir las leyes establecidas y sin duda lo es, pero sólo en el caso de un país ocupado por una potencia extranjera que impone leyes arbitrarias o el de las tiranías y dictaduras que obligan al cumplimiento de leyes abusivas e injustas, ninguna de estas situaciones es aplicable hoy en Cataluña. Por tanto el respeto a las normas y las instituciones que representan el Estado de Derecho obliga a todos y cada uno de nosotros sin excepción.

No habrá referéndum, sentencia con rotundidad el Presidente de la Nación, de toda la nación, pero el de Cataluña dice que sí, que ya tienen los colaboradores, voluntarios y alcaldes necesarios. Las gentes de PSOE y Ciudadanos nos están por apoyar el "golpe de estado", los grupos independentistas manejados por la CUP están a partir un piñón, no les queda otra. ¡Todo sea por la independencia! Parece gritar un Artur Mas envuelto en una enseña nacionalista que nunca antes enarbolo.

Las fuerzas de orden y los funcionarios no saben muy bien qué hacer frente a las órdenes recibidas del Fiscal General del Estado y los catalanes que no son partidarios del referéndum ni de la independencia o son partidarios de lo primero pero no de lo segundo, están desaparecidos. Se habla de fractura social, pero no se castiga, ni penal ni políticamente. a aquellos que la alimenta cada día con sus gestos y sus palabras. Todos nos arrepentiremos de ello, seguro, porque enrocarse en posturas a todas luces irreconciliables no lleva a nadie a ningún sitio, bueno sí, a unas próximas elecciones que creo es lo que muchos nacionalistas y no nacionalistas desean. En mi opinión todos están pensando y actuando ya en clave electoral.

¿Llegará la sangre al rio? ¿Habrá urnas y censo? ¿Intervendrán las fuerzas del orden? ¿Lo tendrá que hacer el Ejército? ¿Testificaran los imputados? ¿Alguien irá a la cárcel? ¿Se levantaran barricadas? ¿Se lanzarán cocteles molotov? No creo que se llegue a tales insensateces. Las bravatas revolucionarias están trasnochadas y muy pocos osarian lanzarse a una guerra de guerrillas. Vivimos demasiado bien, incluso los radicales independentistas, y sería mucho lo que se perdería.

Estamos, sin duda en un campo de juego, muy embarrado, la lluvia de reproches y acusaciones es incesante y cada vez más gruesa, el drenaje apenas existe y el terreno se encharca más cada minuto. Se ha cumplido la primera parte del choque y los entrenadores de uno y otro equipo lanzas sus peroratas a los jugadores para animarles lo que queda de juego ya que el resultado es aún incierto.

Pero el 2-O llegará, seguro, aunque pocos piensen en él, también el 3-O y el 4-O y entonces ¿qué? ¡Habrá que tener algo preparado, digo yo! Porque en contra de los reglamentos del fútbol, aunque este partido no terminará en empate, seguro que tendrá prórroga, una larga y costosa prórroga.