La paella une a familias y peñas

Dos paelleras a rebosar han sido necesarias para dar de comer a todas las personas que esperaban este mediodía su plato de paella en la Plaza Ramón Laporta de Cantalapiedra. Con la imponente iglesia de Santa María del Castillo de fondo, unas 2.000 personas, según calculaban los cocineros, recogieron su ración, acompañada de un trozo de pan, tras esperar y aguantar el hambre en una larga cola.

Las sombras de la plaza se llenaron de mesas instaladas por familas y peñas, dando al pueblo el inmejorable ambiente festivo que caracteriza a las fiestas de Cantalapiedra. Mientras degustaban el guiso, repusieron fuerzas para las largas horas de fiesta que aún tienen por delante. La sobremesa estuvo amenizada por un concierto de flamenco en la terraza del bar del multiusos.

Como no podía ser de otra forma, los festejos taurinos protagonizan las conocidas como Fiestas de los Novillos. Antes de la paella se celebró el primer encierro urbano y por la noche, a las 23 horas, llegará el esperado encierro nocturno. Además, esta tarde la Plaza de Toros albergará una exhibición de cortes. La fiesta continuará por la noche con la Orquesta Flamingo.