Los perjuicios económicos serían millonarios, además de aumentar el riesgo de accidentes en carreteras y epizootias, daños a cultivos y pérdida de empleos
Organizaciones ligadas al campo y al mundo rural instan a la Junta de Castilla y León a que utilice todos los medios necesarios, en el ejercicio de sus competencias, para que la actividad cinegética no se vea paralizada en ningún momento en esta comunidad autónoma.
En un comunicado, los firmantes: Federación de Caza de Castilla y León UPA-COAG, Asaja y la Federación Regional de Municipios y Provincias, muestran su preocupación por la grave situación provocada por la reciente Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que anula varias disposiciones legales necesarias para la regulación de la caza en la región.
Ante este hecho, además de pedir a la Gobierno autonómico la máxima diligencia en solventar las deficiencias detectadas en el Decreto 32/2015 relativo a la conservación de las especies cinegéticas de Castilla y León, su aprovechamiento sostenible y el control poblacional de la fauna silvestre, "apelamos al sentido común y buen criterio de los tribunales, para que tengan en cuenta la verdadera dimensión de las consecuencias de una hipotética suspensión de la caza y para que decidan priorizando siempre el interés general y el menor daño posible a los administrados".
En este sentido, recuerdan que "hoy en día, nuestros campos y nuestros montes necesitan la acción y la gestión de los cazadores, y nuestros pueblos no se pueden permitir perder uno de sus recursos más valiosos". Para las organizaciones firmantes, los perjuicios económicos serían millonarios aunque imposibles de valorar e indemnizar en su justa medida al resultar afectados un número ingente y difuso de perjudicados. En cuanto a los perjuicios medioambientales y personales, serían muy difícilmente indemnizables o sencillamente irreparables.
Consecuencias de la paralización de la actividad cinegética
Aun cuando esta sentencia no es firme ni ejecutiva en este momento, estas organizaciones vinculadas muy directamente con el mundo rural quieren poner de manifiesto las gravísimas consecuencias que tendría, tanto para los sectores afectados directamente como para el medioambiente y el conjunto de la sociedad, una hipotética suspensión de la caza.