La ciudad mirobriguense se convierte año tras año en un teatro de grandes dimensiones para todos los gustos y públicos
Ciudad Rodrigo es una calle esperando, un sombrero paciente sobre los asientos, un cartel de no hay billetes, drama y comedia sobre pedales, una abuela de fuerte carácter, un títere y sus venturas y desventuras, un abanico de colores, miradas adultas y niñas, curiosidad entre cajas... Ciudad Rodrigo es un enorme patio de butacas que se extiende desde su corazón hasta más allá de sus murallas.
Fotos: Álex López