Sanidad humanizad@

Actualmente, en gran parte las reuniones y foros sanitarios se habla de la necesidad de humanizar la Sanidad para mejorar la relación médico-paciente y, el conjunto del proceso asistencial. Se trata de una característica básica y transversal que debe presidir la actuación sanitaria porque cada vez somos más conscientes de que la alta tecnificación de la asitencia está desnaturalizando el proceso asistencial y, pone en riesgo la Calidad Asistencial, que con independencia de su naturaleza y objetivo, se basa en el buen hacer de los médicos en base a las comptencias comunicativas y emocionales, sobre el binomio Salud-enfermedad, para tratar de ser efectivos. También, porque por encima de las obligaciones médico-legales y, las responsabilidades profesionales están los valores y los principios éticos, que tanto el paciente como el profesional deben preservar.

Se trata, por tanto, de humanizar la relación médico-paciente porque se empiezan a observar, cada vez con mayor frecuencia, actitudes que dejan en déficit el componente humano que debe tener la Medicina, sus actividades y sus prestaciones. Cuando se habla mos de humanidad, nos referimos al respeto a la confidencialidad, al principio de autonomía de la persona, a la gestión de sus emociones y, a su espiritualidad en un contexto general de vulnerabilidad que provoca la enfermedad, la discapacidad y, la fragilidad en la última etapa ante la muerte.

En las últimas décadas se ha producido un sesgo asistencial provocado por el componente científico-técnico que deslumbra a los pacientes y, da pie a los profesionales a olvidar que en esencia el proceso asistencial debe estar presidido por los valores humanos como la generosidad, la justicia y la humanidad. Sin existir conflictos de interés entre la Salud y otros, como los propios de una Sociedad de mercado y negocio.

Si se analizan los actos profesionales, lo básico y fundamental es la comunicación entre el profesional y el paciente y, ésta se perjudica por actitudes inadecuadas como la arrogancia, el automatismo informativo y el poco tiempo que se dedica a escuchar y dialogar con el paciente. También porque los pacientes expresan desconfianza y, medias verdades. A estas debilidades, se añade la excesiva tecnificación de la Medicina actual y su lenguaje; la rigidez de las organizaciones, que por su excesiva burocratización crean más presión asistencial en lo accesorio. Todo este contexto, perjudica la relación profesional y humana en la que se basa la asistencia alterando el ambiente saludable que debe presidir el arte de la Medicina.

Para mejorar este aspecto tan básico, el Sistema Sanitario necesita incoporar el abordaje integral de los pacientes, como personas que son y, con sus componentes biológicos, psicológicos, emocionales y sociales. Las estrategias para fomentar la Humanización de la Sanidad se pueden llevar a cabo mediante planes específicos o incorporando este tema a los planes generales. Ambas pueden ser validas; pero se debe tener presente que humanizar no es sólo ser atentos, amables y simpáticos. Esto sería simplificar y banalizar un aspecto importante y complejo que consiste en crear ambientes más humanos y saludables con actitudes que deben fomentarse en la Familia, en la Educación General y en la formación de los estudiantes en las Facultades de Medicina.

Por último, recordar que existen contextos que exigen mayor grado de sensibilidad y humanidad, como ante los pacientes crónicos y pliuripatológicos, los pacientes en cuidados paliativos y, pacientes con discapacidad y/o dependencia. Y por supuesto, en la última etapa de la Vida, donde la relación médico-paciente debe estar presidida por el apoyo, el acompañamiento y, evitando el sufrimiento para que sea digna, natural y humana la transición a la muerte.

En mi opinión, la humanización debe presidir cualquier política de Sanidad para que siga existiendo Calidad Asistencial. También porque es el factor más determinante para fomentar un ambiente saludable en todo proceso asistencial y, esencialmente, porque los pacientes desean ser bien atendidos y, los profesionales porque quieren estar satisfechos de su atención y, por mejorar el Bienestar y la Calidad de Vida de sus pacientes.

JAMCA